Los gritos agonizantes de dolor resonaban en las paredes de la casa, la mujer jadeaba y gritaba mientras varias enfermeras la sujetaban contra la camilla.
- Saki-sama, solo un poco más....- la mujer cerró los ojos fuertemente, tomó una bocanada de aire antes de volver a pujar.
De repente un leve llanto de un bebé se escuchó en toda la habitación haciendo que la madre abriera los ojos sorprendida. Intentó levantarse de la camilla, pero otra contracción la obligó a volver a recostarse. Las enfermeras miraron con confusión a la mujer, pero inmediatamente se dieron cuenta de lo que pasaba.
Las enfermeras volvieron a su posición anterior, mientras que una nueva tomaba el lugar de la partera que sostenía al pequeño bebé recién nacido. La mujer azabache comenzó a derramar lágrimas de dolor, alertando a las demás.
- Es otro bebé...-susurró una de la enfermeras sorprendida antes de mirar a sus compañeras preocupada.
Con un último esfuerzo, la mujer pujo lo más fuerte posible, sin antes soltar un fuerte alarido que asustó a las mujeres quienes trataron de recuperar la compostura lo antes posible. Otro llanto resonó en la habitación, haciendo que la mujer dejé salir un suspiro exhausto y trate reincorporarse.
- ¿Como esta mi bebé?- preguntó la mujer agotada mientas las enfermeras la sostenían de las manos.
La partera se enderezó con la bebé azabache en brazos, la bebé tenía la piel blanca y tersa, lucía como un ángel ante los ojos de su agotada madre. La mujer dirigió sus ojos a la otra enfermera que cargaba al otro niño con una sonrisa cálida. Ambas enfermeras le entregaron a los bebes recién nacidos a su madre y se aseguraron que los sostuviera firmemente, las enfermeras hicieron una reverencia antes de retirarse de la sala.
Unos segundos después entró un hombre apresurado, sin cerrar la puerta se aceró a la mujer en la camilla velozmente y observó a lo bebes con incredulidad. La azabache le dirigió una sonrisa cansada a su esposo para luego mirar a sus dos hijos en sus brazos.
- Son dos...- murmuró el hombre aún incrédulo. Se llevó una mano a la cabeza y se acomodo el cabello.- Esto es ....inesperado. Creo que tendremos que usar los dos nombres.- la mujer soltó una leve sonrisa divertida, ella observó a su esposo antes de contestarle.
- El nombre del niño será Yuuto....- ella volteo a observa a la pequeña que la veía con una sonrisa en le rostro.- y ella....Benio, Adashino Benio.
oOoOoOoOo
Una pequeña fémina de cabellos rosados corría entre los pasadizos del gran santuario sosteniendo un pequeño niño de cabello moreno entres sus brazos. Este se encontraba temblando en los brazos de su madre, derramando lágrimas silenciosas mientras se escuchaban las explosiones y gritos provenientes del exterior.
La pelirosa se detuvo en frente de una gran puerta gigante de madera. La pequeña mujer miró despegó al niño de su pecho para mirarlo a los ojos, el pequeño la observó con los ojos llorosos. Se acercó un poco a su pequeño y depositó un suave beso en su frente, dejando una marca extraña en la piel la cual se ilumino dejando inconsciente al pequeño casi de inmediato. Abrazó con fuerza a su pequeño dejando que las lágrimas salieran de sus ojos.
- Espero que nos volvamos a ver, Kano-chan...- dijo con la voz llorosa para luego abrir la gran puerta frente suyo y dejar al pequeño en la gran sala blanca. Cerró la puerta y le colocó un talismán a esta, susurró unas palabras en su mente haciendo que el talismán se iluminara haciendo que la gran sala desparezca.
Ella miró el hueco con una mueca triste con lágrimas saliendo a montones de su preciosos ojos rojos. De pronto una gran explosión la obligó a protegerse el rostro de los escombros que eran lanzados hacia ella, en una nube de humo, la mujer despareció dejando ese lugar desolado.
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Never Leave Me || Sousei no Onmyoji
FanfictionElla nacida como una noble dentro de una familia de prestigio, tratada como una prodigio. Él fue encontrado en Magano y criado para ser un poderoso Onmyoji. Ambos forman parte de las estrellas gemelas que darán a luz al Miko, pero los secretos que a...