El Mecanico Y La Princesa (Marcopoo)

#11

La semana paso volando, dando paso al fin de semana, esperado mayormente por una bella joven.

Era un un bello dia sabado, era un dia radiante y brillante lo cual daba un buen augurio, pero no todo iba ser perfecto este dia.

Por su parte Marco, habia pedido permiso, para faltar a su trabajo, el cual fue otorgado, con suma facilidad por el Señor Lekmet, ya que habia sido citado, por Hekapoo a su casa para terminar el trabajo.

El joven Diaz se dirigia, hacia la casa de Hekapoo, la cual estaba ubicada en una zona residencial, la cual hacia pensar a Marco si algun dia el podria tener alguna casa asi.

El joven llego a la casa de Hekapoo, la cual era inmensa y de tres pisos lo cual era una mansion, rapidamente toco el timbre, y fue atendido por ella.

Hekapoo: hola Marco, llegastes. Comento alegre.

Marco: si, bonita casa tienes.

Hekapoo: gracias, ven vamos a mi cuarto, ahi podremos trabajar agusto.

Ambos jovenes, fueron al cuarto de ella, el cuarto de Hekapoo era espacioso, y lleno de lujos tal como un televisor de 50 pulgadas, un sistema de sonido una gran cama, pero lo que llamo la atencion de Marco, fue un perro, que lo observaba detenidamente, como si interrogara.

Hekapoo: hola nachos.

El mencionado solo movio la cola, en señal de alegria, pero no apartaba la vista de Marco.

Marco: parece que no le caigo bien.

Hekapoo: no se que le sucede, aunque siempre me protege.

El perro de tanto observar a Marco, decide acercarse y olfatearlo, y decidir si no era una amenaza, el can establecio que no era una amenaza para su ama, asi que decidio lamer su mano y dejarlo pasar.

Hekapoo: casi nunca deja que nadie se meta a mi cuarto y menos otro hombre.

Marco al escuchar esto se molesto, aunque no era como el pensaba si no, por que no habian hecho ningun trabajo escolar.

Marco: empesemos, para poder terminar.

Hekapoo: ok.

Ambos jovenes se dispusieron a trabajar, para poder terminar su trabajo pronto, haciendo diversas investigaciones sobre las diferentes reacciones quimicas del ser humano.

El tiempo avanzaba, y ambos jovenes de vez en cuando se daban miradas fugaces, sin que ninguno lo notase, a exepcion de Nachos el cual miraba toda la escena acostado en la cama.

Ambos jovenes terminaron el trabajo, con una buena investigacion, asi que Hekapoo tiene una idea para poder pasar un rato con Marco.

Hekapoo: Marco, me preguntaba si querias ir a tomar un cafe conmigo, aqui cerca de mi casa.

Marco: me encantaria Hekapoo, pero, podrias cambiarte la ropa.

Hekapoo: por que?

Marco: es que hace un poco de frio. Comento, pero la verdad es que la camisa que usaba ella, pues revelaba mucho de su cuerpo y prominente busto.

Hekapoo: ok.

Hekapoo busco en su armario, y encontro algo que le agradaba.

Hekapoo: ok vamonos.

Marco: tienes mi sudadera.

Hekapoo: si, pero si quieres, te la regreso. Comento triste ya que pensaba que el, se la quitaria.

Marco:no esta bien, es mas creo que te queda bien.

Hekapoo: gracias Marco.

Ambos bajaron al garage para poder ir al cafe.