『NOTES ღ TAEGI』

Kim YoonGi ; ××

— ¡Maldición Hoseok! ¡Me cayó en toda la cara!

— ¡Lo siento, Yoongi! Es que, no te quedas quieto, echarte aerosol marrón en el cabello es difícil y más si te mueves.

— Malditos idiotas.

Desde ese momento Yoongi bufaba y Ho, pues, escuchaba las quejas de su mejor amigo acerca de los amigos de Tae y una que otra sobre que le caía en la cara o en la camisa, hasta que por fin esa exagerada tortura, según Yoongi se terminó y pudo volver al salón a ver a su Tae, risueño y con ojitos de niña enamorada.

Pasó lo más desapercibido posible y se sentó de espaldas a Kim, con una sonrisa mirando a Hoseok el cual le sonreía igual.

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“Es tan cobarde, que se cambió el color de cabello.”

— Hmh. — Tae carraspeó un poco mientras observaba las palabras escritas con marcador rojo sobre su cuaderno. — ¿Por qué no solo te acercas y me lo dices, Yoongi? ¿En serio es Yoongi quién me escribe esto? Argh. — susurré mientras encurvababa mís cejas con desgana.

— ¿Y bien? ¿Ya sabes el nuevo color de tu odioso anónimo? — se acercó un chico de manera burlona a Kim, y pues, Min no tardó en darse cuenta.

— ¡No le digas así!

— Es marrón, ma-rrón.

— Nadie te preguntó, además, YoonGi ni si quiera me interesa, siempre rompo todas sus cartas, él es tan desagradable, no sé cómo demonios él puede estar enamorado de mí.

« No es cierto, no podría romper ni si quiera un trozo. »

« Lo siento, YoonGi. »

Y pues, la sonrisa de Yoongi se había esfumado, sus labios temblaron de un momento a otro y su voz se quebró mientras hablaba con Hoseok, Jung atrajo con fuerza a Yoongi y lo abrazó antes de que el de cabellos marrón rompiera en llanto, a pesar de ser uno de los más "temidos" del salón, por los problemas que causa cuando se meten con él físicamente, suele ser uno de los más sentimentales.

— Ja, pobre chico, si estuviera aquí — hizo comillas con sus dedos, al pronunciar el "aquí". — ahora mismo, estaría destrozado por eso que dijiste.

Y sí, Min YoonGi, estaba destrozado.

— Ya vete. — dije y el mayor se volteó sobre sus talones con una risita burlona y se fue. — Oh, joder. — Voltié debido a que se oían los sollozos de un chico, el cual lamentablemente no pude divisar su cara.