"Min YoonJi" «Y.M»

•10•

Años Atrás

Su padre había preferido salir a la noche, se lo había recomendado el jefe, para evitar se algún problema con los policías.
Yoongi miro a su madre, esta se veía deprimida, efectivamente el pasar los años en esos negocios la había convertido en una mujer infeliz. Pero al devolverme la mirada ella sonrió. Me di cuenta de que a mamá se le habían caido dos dientes frontales, su pelo tenía várias canas pero tenía una piel lisa sin arrugas. Era la primera vez en tantos años que se había tomado el tiempo en analizarla, su madre no le había sonreído en años y yoongi lo comprendía.

Quién iba a sonreírle a una persona que mataba sin darle la oportunidad a la otra persona de defenderse.

El le devolvió la sonrisa, le aseguró que todo iba a estar bien y que este era su nuevo comienzo. Su madre, más relajada, subió al auto con su cuerpo lleno de calma, yoongi comprendió que su madre necesitaba esas palabras desde que era una niña.

Su padre le había pedido que lo guiara por que el no entendía el mapa. No me negué a nada, nisiquiera fuí capaz de decirles lo que nos esperaba. Papá se veía tan feliz y mamá se sentía tan relajada que se sentía culpable por no poder hacer nada, sus palabras simplemente no salían.

Creyó qué todo había sido un mal entendido, por que ya estaban casí llegando al lugar. Sonrió pensando que todo estaría y decidió dormir un poco, lo hizo claro ya que su madre se ofreció a seguir guiando a su padre para llegar a su destinó.

Se despertó una hora después por los gritos de mi madre, me levante de un saltó y vi qué papá tenía una bala clavada en el hombro. Después recuerdo que chocamos contra un árbol, mamá había salido despavorida del auto para poder ayudar a papá.
Escuché 6 tiros, vi toda la sangre de mi madre manchar los vidrios y parte del auto. Papá gritó de una forma que me heló la sangre, me tembló la mano pero sabía que no debía dudar.
Papá salió del auto como pudo.

—¡Papá, espera!

Pero aún así no me escucho y le ocurrió lo mismo que mamá. Temble otra vez, no por miedo, no era miedo era otra cosa. Culpa, si, eso era.

Salí del auto esperando lo mismo que mamá y papá pero aquel hombre se saco la máscara.

—Te lo dije.

—H-Hayate.

El me apuntó y no le tembló ningún músculo, y tiró del gatilló. Pero no me dio a mí, había matado a su acompañante. —Vete yoongi, lejos.

—Acompáñame. Sabés que te va a pasar a si vuelves sin mi cuerpo.

—Lo se, es por eso que no pienso volver.

—Ha-Hayate no pensaras en...

—Si. –Dijo en secó. —Desde la muerte de Naruko pense en quitarme la vida, era eso o matarte. –Dijo sentándose en el pasto. —Pero no hice ninguna de las dos por que no podía culparte por matarla, era nuestro deber y no podía irme sin hacer algo bueno.

—Podemos ir nos lejos.

—Lo mío no es escapar, de pensarlo me da pereza. Ten. –Dijo entregandome las llaves de su motocicleta, también un papel con una dirección escrita. —Ve allí. Puedes quedarte hasta que decidas que hacer.