Mi inmortaliddad se la debo a mi ya fallecido padre, no soy un vampiro ni mujer-lobo como muchos podrían pensar, no puedo volar ni hacer explotar cosas con la mente, ni puedo hacer inmortales a los demás, mi único "superpoder" es que no muero, no enfermo, ni envejesco.
Todo esto sucedió en el laboratorio de mi padre, hace casi 40 años, su laboratorio se situaba en el sótano de la Universidad que mi madre manejaba, el no era un científico loco, era un simple científico con una adolescente de 21 años a quien le diagnosticaron cáncer en la mitad del cerebro, lo que el buscaba era la cura, para salvarme.
Yo solía llevarle el almuerzo todas las tardes, pero antes de tocar la puerta lo observaba...ese día estaba tan frustrado, que tiró todos sus frascos con una fuerza tan grande que todo se estrelló contra la pared, provocando un increible fuego amarillo, luego, chocó con un tanque de gas....Sobreviví a la explosión gracias a que aún estaba detrás de la puerta, sin embargo cada sustancia de esta se absorbió con mi cuerpo, creando esto que soy. Mi madre murio hace unos 20 años. Ella me mantuvo oculta, sabía que si alguien averiguaba mi capacidad de curación harían experimentos conmigo.
Después de ver a mi padre en pedacitos supongo que no quería que tuviera más traumas.-------------------------------
Al morir mi madre decidí no ocultarme más, pero fui precavida. Cambio de ciudad cada 5 años. Solo por conocer. De vez en cuando me matriculó en alguna Universidad.
Tengo amigos de todo el mundo, algunos viejos, otros jóvenes, otros ya muertos.
Habló 7 idiomas diferentes. Y tengo licenciaturas en psicología, pediatría, medicina general, entre muchas otras.Y el amor...hay el amor...me enamoré, si. Una vez. Una sola vez en 211 años conocí el verdadero amor. Claro, murió. Mas no envejecio. Ni tuvo un accidente..
Su nombre era Albert. Era muy introvertido, desde aquel primer dia de clases me llamó mucho la atención. Como mero cliché nos toco sentarnos uno junto al otro. Poco a poco iniciamos una hermosa amistad, confiaba en el y el en mi. Conociamos cada uno de nuestros secretos (menos el hecho de que no moriría jamás). El tenía problemas, depresión, se cortaba para sentirse bien, sus muñecas y su cuello eran mapas de cicatrices, cada una de ellas con una historia que contar. Un intento de suicidio, fallido después de que lo encontré.
Me gustaba, mucho, esos años fueron maravillosos. Pero el tiempo se acabo, si no me hiba se darían cuanta de mi gran secreto.
Me fui. Pero jamás perdí el contacto con el, chateabamos, todo el tiempo. Pero poco a poco, dejo de contestar... no era nada nuevo, el seguiría con su vida, podía soportarlo, así que lo deje...-----------------------------
*2017*3 años después, estaba cenando en un maravilloso restaurante en una preciosa ciudad, Italia, como adoraba Italia. No me cansaba jamás de visitarla.
Recibí una llamada.-¿Estás sentada?- Reconocí esa voz, era Sofía, ex-'compañera de Albert y mía -Mas vale que lo estés. - prosiguió ellla- No te alteres ¿Ok? Aún no estoy segura de nada pero...hay patrullas fuera de la casa de Albert...
Sentí como la sangre abandonaba mi cuerpo y mi piel se tornaba pálida... había vuelto a intentarlo.
-Tranquila- dijo Sofía- te mantendré informada- y colgó.
¿Y si lo había logrado? No,no,no.
No podía ser. Ya estaba mejor. Se supone que estaba mucho mejor.
Ya habían resuelto todo, ya estaba recibiendo ayuda, estaban por darlo de alta...Estaría bien. Todo estaría bien.
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Su hermana me dijo que Albert fue muy inteligente, convenció tanto a la psiquiatra como a su familia de que estaba mejor, que podía salir, que quería vivir...
El funeral no era tan triste como esperaba. No hasta que llegó el final...
Mis compañeros estaban ahí, no había pasado mucho desde la última vez que nos vimos así que no tenía que ir cubierta.
Me acerqué al ataúd, si que era el. Mi adorado Albert, debajo de su camisa podía ver aún las marcas de la soga que había utilizado.
Su hermana lo había encontrado, aun con vida. Pero ya era muy tarde...Eran casi las 3 de la mañana, no quedabamos muchos. Yo sólo estaba sentada ahí... observando.
Su padre se acercó poco a poco al ataúd. Lo observó. Después, se tiró al suelo, gritando, sus alaridos eran tan desgarradores que todos lloramos, en silencio, viendo a su padre abrazar aquel ataúd...
Aún imaginó la ambulancia, a alta velocidad, y como antes de llegar al hospital apaga las sirenas...al mismo tiempo que su vida se apagó.
Lo logró, al fin lo logró.
Actualmente no puedo ver una ambulancia sin sentir las ganas de llorar...no soporto bromas sobre suicidios, no tienen idea...
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"Cuando Te Encuentre..."
Historia Corta"Perdí al amor de mi vida. ¿Como disfrutar de mi inmortalidad con un alma tan vacía...?"