Camila
15 de Junio, 2019.
Caminando por un reducido pasillo, sin dejar que mi mirada vaya hacia otro lado que no sea al frente, comienzo a escuchar los gritos de todas las personas que se encuentran esperando mi salida. Llevo mi micrófono ya en la mano derecha y aunque estoy acostumbrada a dar conciertos no puedo evitar que los nervios se me vengan encima.
Siempre he sido así pero poco a poco, y después de haber dejado Fifth Harmony, fui aprendiendo a desenvolverme como solista en un largo escenario.
Al principio fue una tarea increíblemente difícil pero luego de tres años estoy segura de que tan pronto como salga y sienta el ambiente lleno de emociones podré ganar confianza para llevar a cabo una noche inolvidable más.
Cada concierto es así: un recorrido solitario por un no tan largo pasillo en el cual mi cabeza se llena de recuerdos, que termina en una salida espectacular frente a miles de personas que gritan emocionados al verme y teniendo de fondo ya una de las canciones que tanto me caracterizó cuando decidí independizarme de la banda a la que estaba sujeta, Crying in the club.
Es bastante común también que, estando por llegar a las escaleras que me llevarán al escenario, todo mi equipo venga a formar un círculo para animarnos a dar lo mejor de nosotros como cada noche en cada ciudad. Sonrío ampliamente al verlos llegar gritando y saltando, transmitiéndome tanta energía como se es posible.
Me uno a ellos mientras empiezo a dar un par de saltos y en cuestión de segundos sé que los nervios se alejan de mí. Observo con emoción las escaleras y sé que al subir por ellas me iré a topar con miles y miles de rostros, con miles de historias detrás de cada uno de ellos y sobre todo con la ilusión en incontables ojos que hace que todo lo que hago valga la pena al final de cada día.
Dejo que mi equipo se una en un abrazo en el cual estoy en el centro y después de decir nuestras típicas frases de aliento me dispongo a colocarme en el primer escalón.
Este es el último concierto antes de tomarme una semana de descanso para poder acudir a una de las entregas de premios más importantes y estoy tremendamente emocionada por dar uno de los mejores espectáculos de toda mi vida.
Acomodo mi atuendo y permito que por última ocasión acomoden mi cabello. Sonrío ahora solamente para mí y escucho la señal que me indica que es hora de salir a dar la cara a todos los fans presentes esta noche.
Subo las escaleras con seguridad y mi corazón comienza a latir de manera incontrolable. Las luces empiezan a cambiar rápidamente como es de costumbre y los efectos de humo tan esperados por todos se hacen presentes.
Los gritos se hacen aún más audibles para mí y suelto una pequeña risa. La ansiedad de todos por verme salir siempre es de lo más agradable.
Así que finalmente llego a mi destino, levanto los brazos con euforia y los gritos aumentan todavía mucho más su potencia. Agito las manos para saludarlos y me siento a morir de ternura cuando me doy cuenta de que ya hay muchas personas llorando por tantas emociones.
"¡Hola, Miami!" Grito felizmente en el micrófono, ocasionando que los ruidos aumenten. "Estoy muy feliz por estar aquí con ustedes esta noche, ¿ustedes lo están?"
La respuesta es evidente y puedo ver cómo mi equipo sonríe al ver la cantidad de gente que hemos logrado tener. Esperábamos que las entradas se vendieran casi por completo al ser Miami pero nunca imaginé que terminarían por agotarse en cuestión de horas.
No soy capaz de eliminar mi sonrisa y estoy consciente de que no lo seré hasta probablemente terminado el concierto, cuando tenga que ir al hotel a dormir.
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Detrás de la fama. (Camren)
FanfictionTres años han pasado desde que Camila Cabello dejó Fifth Harmony.