— Solo me dijo que debías ir a ese parque, él te estaría esperando. — le dijo la pequeña chica. Han se hallaba confundido.
— ¿Qué chico? — frunció su ceño, esperando una pronta respuesta.
— No puedo decirlo. — murmuró y sin más salió corriendo de ahí, dejando a un JiSung totalmente confundido.
JiSung chasqueó la lengua pero no la siguió. ¿Iría? No lo sabe, pero era bastante curioso así que tal vez asistiría a aquel lugar solo para saber de quién se trataba.
[...]
Ya eran las seis de la tarde, MinHo caminaba hasta el parque de lado a ChangBin, su mejor amigo.
Estaba nervioso, no sabía que era lo que le diría a JiSung. Sabía que atacaría y reclamaría miles de cosas, estaba tan enojado que no se comportaría como debe.
— No vayas a comportarte como un idiota, Min. — murmuró Seo, caminando a su lado.
—No me digas que hacer. — gruñó.
—No te estoy diciendo que hacer. — negó, algo molesto. Minho llegaba a ser un idiota. —Estoy diciéndote que no debes ser un idiota en éste momento.
Y continuaron caminando sin mencionar ni una sola palabra. Cuando llegaron, ChangBin le dijo que iría a dar una vuelta mientras él hablaba con aquel chico que lo tenía mal desde hace tiempo.
— Hola lamento haber... — guardó silencio el chico de cabello oscuro. MinHo le miraba fijo, su rostro serio y las ganas de llorar sintiéndose sobre todo su cuerpo. —Minho... — susurró con miedo.
—Sí me recuerdas. — ríe amargamente, mirándole con rabia. —Me recuerdas a mí pero no a nuestra promesa, ¿Eh? — escupió aquello.
— Yo sí la recuerdo. — bajó la mirada, apenado.
— ¿Ah sí?¿Entonces solo decidiste no cumplirla? — le gruñó, cada vez más se encontraba más y más enojado.
—bPensé que jamás te volvería a ver.
— Pensaste, pensaste... ¿En verdad lo hiciste?¿Qué parte de "Voy a esperarte" no comprendiste? Seguro creíste que era como tú, que iba a cambiarte por cual... — una bofetada fue lo que recibió.
— Y-yo... L-lo... — Jisung cubrió su rostro, sorprendido de lo que había hecho.
— Tú jamás me amaste. — murmuró mientras veía al suelo. —Eramos niños pero yo realmente me enamoré de ti.
— Minho, eramos niños.
— Vete.
— Pero...
— ¡Que te vayas!
Y Han se fue, como cuando eran pequeños, corriendo del lugar, dejando solo a Lee.
Changbin volvió cuando vio huir al menor, su corazón se encogió cuando vio a su mejor amigo en el suelo, con lágrimas rodando por sus mejillas y su mano acariciando una de ellas.
— ¿Qué pasó?
— Me abofeteó. — río amargamente. —Nunca me amó, ChangBin. Eso es lo que pasó, mi peor pesadilla. — el llanto se hizo más fuerte. Seo se sentó a su lado y lo envolvió en sus brazos, con cuidado.
— Quizás solo está confundido. — besó su frente. — Tal vez no esperaba verte de nuevo y esto lo confundió. Solo... solo no llores.
Su su miradas se unieron, el silencio hizo acto de presencia. MinHo beso los labios adversos sin siquiera preguntar.
El estomago de Bin se sentía como si miles de mariposas revolotearan por ahí, aún sabiendo que aquello lo hacía por despecho, porque se sentía roto; ¿Valía la pena ser la segunda opción?¿El que siempre estaba para él sin pedir nada a cambio?¿De verdad lo valía?
No se separaban del beso, sus corazones latiendo rápidamente y las manos del mayor recorriendo toda la anatomía adversa. Tan suave a su tacto.
Se separaron por la falta de oxígeno, sus labios aun se rozaban y su aliento se mezclaba. Seo rozó sus narices y cerró sus ojos, se iba a romper en cualquier momento y no deseaba hacerlo frente a él.
— Quedate en mi casa ésta noche. — pidió y ChangBin no pudo negarse aunque quería.
Estaba tan jodidamente enamorado de Lee MinHo que no le importaba ser usado y roto por sus manos.
