Esta es la historia de Hana, una joven de quince años inteligente, pero aún inmadura. No tendría porque inquietarse al darse cuenta de ello, pues para entonces ya estaría en proceso de crecimiento, lo que vivió en su primera lección amorosa le ayudo a darse cuenta de la diferencia entre enamorarse y amar...
Antes de proceder con su historia es importante aclarar una cosa, y es que aunque suene cursi, la clave de todo crecimiento espiritual es la madurez existencial...
Tal cosa sucede cuando entiendes y aprendes seriamente lo que es el amor.Es gracias a la experiencia de Hana que ustedes aprenderán sobre ello, pero para que puedan comprender de mejor manera la lección, me atreveré a explicarles brevemente u na cosa: todo ser vivo divide su existencia en cuatro aspectos ...
físico, emocional, mental y espiritual.
Nuestra madurez existencial sucede a través de una evolución de nuestra comprensión el amor desde una concepción perceptual basada en cada uno de estos aspecto, a su vez,
mientras formamos esa concepción, nuestro crecimiento espiritual sucede paso a paso, siendo cada aspecto uno de ellos.
¿Confuso?
okey, pongamoslo así:
1. visualizas al amor desde un punto de vista físico
2. interpretas el amor desde un punto de vista emocional.
3. sabes del amor desde un punto de vista mental.
4. entiendes del amor desde un punto de vista espiritual.
y 5. comprendes el amor cuando lo asimilias desde cada uno de esos cuatro aspectos.Es hasta el quinto paso cuando puedes fácilmente dividirlo en Eros, Agape o Filos (si no entiendes a lo que me refiero, por favor, mínimo Googlealo, ¿te doy una pista? los tipos de amor según los griegos)
En el caso de Hana, este proceso de madurez y crecimiento fue en lo Eros...
esto significa mis amigos que, para Hana (y si, a ti también te paso o pasará) ,los cinco pasos fueron más o menos así.1. Sentir la atracción por alguien.
2. Saber que te gusta alguien.
3. Entender que quieres a alguien
4. Empiezas a enamorarte de alguien.
y 5. Ya amas a alguien.Y claro, gracias a esto, ella aprendió que el "amor" verdadero no siempre es el primero.