-Magui, ¿no crees que hace frio para estar en verano?
-Melocotón, si quieres arrumacos no hace falta que te excuses, admitelo hace un calor de mil demoios.-Alec rueda los ojos, pero admite que Magnus tiene razón.
Magnus le da un breve y casto beso en los labios de Alec, y Alec se lo devuelve con igual o incluso más fervor. El beso se va intensificando cada vez más y Alec, por primera vez,mete la lengua, explorando la cavidad bucal de Magnus. Sabe tan bién piensa Alec, ese sabor especial suyo a frutas exóticas. Alec, tambien por primera vez, es quien quiere llevar las riendas, ordena a Magnus que se quite la camiseta negra con purpurina de todos los colores, pero el no se quita la suya. Alec coje el gel con sabor a fresa y se lo restriega a Magnus por los pezones y hace un caminito hasta el ombligo. Va lamiendo el gel de los pezones, deteniendose con desesperante lentitud, trazando el camino que hizo con el gel ahora con la lengua, escuchando de lejos los débiles gemidos de el otro. Cuando llega al ombligo se detiene y pasaría la lengua hasta al fondo, pero no tiene ombligo, así que continua bajando con la lengua y para cuando llega al limite del pantalón, que se lo quita con impaciencia. Descubriendo así la enorme erección del pequeño maguito. El joven nefilim acaricia con ganas el pene del otro, cuando ya casi ha duplicado su tamaño, le quita el boxer de color morado.
Le pone un dedo en la boca para que lo chupe y se lo introduce con delicadeza en el ano y luego más bruscamente en un movimiento rítmico, acorde con los gemidos de suso dicho. Se quita la ropa de manera erótica, de manera que pone más a mil a Magnus. Y en cuanto acaba, de una rápida envestida se introduce dentro del maguito. Que gime del más puro e intenso placer. Mientras da las envestidas le acaricia su extremadamente grande falo. Alec es el primero en venirse, como siempre diciendo: - Magui te amo.
Dos envestidas despues se viene Magnus diciendo: - Joder Carlos...
