2

898 18 17
                                    

Alec sale rápidamente de dentro de Magnus.

-Joder, ¿has dicho Carlos? ¿Quien es ese tal Carlos? Es uno de esos 800 con los que te has acostado,¿verdad?...

-Melocotoncito...

-No, ni meloconcito ni leches en vinagre, joder.. joder..

Alec estaba dando vueltas por la habitación muy nervioso. Magnus le pone la mano en el hombro, pero Alec le rechaza, aunque no es algo que esté acostumbrado a hacer.

-Magnus, no me toques, tengo que pensar... me voy a el instituto.

-Pero... si estamos en tanzania...

-Me tengo que ir- dice, aunque enseguida se arrepiente porque sabe que suena infantil- tengo que escapar de todo esto, tengo que escapar de tí.

Estoy en mi cuarto escribiendo la carta diciendole a mi madre que vuelvo al instituto, cuando escucho un ruido procedente de la ventana, pero miro y no encuentro nada sospechoso. Al rato, acabo la carta, pero ya no me siento tan enfadado, me voy a el cuarto de Magnus a ver si le apetece pedirme perdon, ya que es muy raro que en todo este tiempo no haya venido a mi busca para pedirmelo. Y lo que me encuentro no es precisamente agradable, el panorama es que unos hombres de negro con pasamontañas han adormecido a Magnus y están abusando de él. Me estan diciendo algo, pero es como si yo estubiera en una camara insonorizada. E ntonces es cuando reacciono de verdad, escucho el leve murmullo de sus voces con un poco de eco en mi cabeza.

-Chico, eres muy guapo- me dice el chico repugnante y ahora le pregunta a los demas- ¿queda sedante suficiente para él también?

-A él no le sedaremos, a él ataremos que será más divertido.

En cuanto dijo eso me ví reducido por tres hombres. Los demás apartaron a Magnus de la cama y lo dejan con brusquedad en el suelo mientras a mi me atan a los postes de la cama.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 01, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Malec +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora