Mis manos temblaban, apenas conseguí insertar la llave en la cerradura de la puerta principal, entré desesperada, subí las gradas cayéndome, llegué casi gateando y fui directo al dormitorio; la cama estaba aún acomodada, abrí el vestidor... ¡estaba vacío, no podía ser! ¡Era cierto!, salí corriendo; mis ojos empezaron a llorar sin contenerse, no podía pensar solo corría y corría sin dirección, subía y bajaba de los autobuses, me sentía ahogada, seguía viendo los edificios de la ciudad, escuchaba el ruido del tráfico. Me detuve en otra parada de autobús, me moví por instinto durante horas y horas, divagando, dirigiéndome hacia cualquier lugar, perdida de la noción del tiempo y del espacio. Cuando por fin sentí despertar a la realidad, estaba mirando mi reflejo en aquel arroyuelo de agua cristalina, mi rostro endurecido marcaba el cansancio de una toda una vida, mis ojos verdes se veían vidriosos, cansados de tanto llorar, tenía grandes y pronunciadas ojeras, las líneas de expresión marcadas, mi mirada estaba perdida en el horizonte, mi rostro pálido, mi sonrisa parecía haber desaparecido...
Al mirarme más detenidamente no era solamente mi expresión lo que reflejaba como me sentía, también mi aspecto: era triste, tenía el cabello largo rubio estaba opaco ya no reflejaba ningún brillo, al tocarlo lo sentía débil y enredado, mis manos tocaban mis labios secos, disimulados por el lápiz labial, me parecía estar en un sueño, me preguntaba, ¿cuánto tiempo paso, que no me miraba?, mis ojos seguían bajando, observándome, como si estuviera despertando, toque mis manos ásperas y duras, mi piel blanca se sentía poco hidratada, mi cuerpo estaba muy delgado, estaba pesando 55k, con mi 1,70 cm de estatura, llevaba un vestido que resaltaba mi delgadez, de color azul , mis zapatos gastados.....
Con un suspiro, mirando mi reflejo, comencé a preguntarme:
¿Dónde estabas Margaret?, no me reconozco, ¡cómo pude haber estado dormida tanto tiempo!
¿Qué me pasó? ¿Cuándo empecé a ser otra persona, diferente a mí?
IMAGEN 1 – Fuente Bibliografía
"Que sensación más extraña, Mirarme y no conocerme..."
Continué mirando al cielo, suspirando; sentí un gran alivio, pero nada lograba llenar el vacío... estaba decepcionada, sentía rabia, ira, quería gritar... quería que alguien me explicara todo lo que había pasado, que alguien me dijera dónde se habían ido tantos años perdidos, ansiaba, necesitaba que alguien respondiera mis preguntas...
¿Qué me expliquen que sucedió?
¿Dónde quedo el amor?
Desesperada gritaba ¡¿Dónde está el amor?! Esperando una respuesta!
Pero era en vano, nadie me respondía en ese momento....
Inhalé aire puro, con un largo suspiro toqué mi cara, mientras me secaba las lágrimas con el dorso de las manos, la noche había ido cayendo lentamente y no era posible divisar ni una sola casa cerca, los ruidos emitidos por mi estómago me recordaron que no había probado bocado y las puñaladas del hambre comenzaban a hacerse sentir; el melancólico concierto de grillos y ranas indicaba que era momento buscar un refugio.
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Las Fuentes del Amor
Spiritualas Fuentes del Amor, es un libro fascinante, desde la perspectiva de tener que perderte del mundo y darte cuenta que has vivido muchos años sin ser tu mismo, sin gustarte, sin tan solo ser tu , el despertar a la realidad a través del dolor, Margaret...