•Sólo un recuerdo• (James Maslow & Tú)

Final. Parte 1

Me fui al Sub-Mundo con Anthony.

No quería saber nada mas sobre el funeral.

Kylee nos miraba con severidad.

-Ninguno de los dos aprobó la prueba.-dijo con sequedad.- Sus custodios murieron... y-miró a Anthony.- La condena es para los dos-continuó con tristeza- ambos deberán quedarse aquí eternamente.

Asentí levemente con la cabeza, ya sabía que la sentencia iba a llegar.

-Yo, ya cumplí mi lapso aquí. Y debo ayudar a otros, asi que, a partir de aquí estan sólos.

Anthony la miraba con tristeza, probablemente ya sabía que eso pasaría, pero no importa cuanto te preparen para una notificia, siempre te afecta.

Kylee se acercó y lo abrazó por varios minutos, después se dieron un largo beso.

¿Por qué la vida es tan injusta?

Después, sin más, ella dio media vuelta y desapareció.

-Entonces solo estamos tu y yo... -Dijo Anthony.

-Eso parece.-respondí despues de un suspiro.

-Dos corazones incomprendidos, rotos y no correspondidos… que buena combinación.-dijo con sarcasmo.

Sonreí levemente.

-Pero… es importante mencionar que uno siempre vale mas que dos... Yo ya no puedo ver a Kylee, pero tu, tal vez tienes una leve oportunidad.

-¿A qué te refieres?-pregunté atónita- ¿Puedo ver a James?-grité de emoción y el se sobresaltó.

-Wo, wo, tranquila criaturita del bosque... no se si mi plan funcione.¿Qué sabes sobre las posesiones?

-Menos de lo que debería... cuando morí no me dieron instrucciones o una visita guiada. Nadie nos mostró como es el muerto perfecto.

-Sí la tuvimos una guía, ¿Tan pronto te olvidaste de Kylee?-noté algo de tristeza e ironía.

-Claro que no…

-Bien, entonces, concentrate... no hablarás con James, sabrás lo que pensaba James antes de morir.. si es que mi plan funciona.

-Bien, cuéntame tu plan.

-Iremos al cementerio.

-¿Venderemos órganos en el mercado negro?-pregunté.

-Ese es el plan B lindura-dijo sarcásticamente- ahora, no intererumpas... iremos al cementerio donde esta James, vamos a poseer su cadáver y averiguaremos cual fue su último pensamiento.

-¿Hablas en serio? No creo que sea legal.

-Desde que morí no suelo hacer cosas legales...-comentó.

-¡Eres un genio Anthony!-lo abracé derrochando emoción.

-Ya sé...-dijo con falsa modestia.-Pero debemos hacerlo, ya.