Eternal Roommate- YOONJIN

Capítulo 27- Fiebre

"SJ: y esa vez en la que tenías fiebre y
me dormí a tu lado cuidándote?"

Este es otro recuerdo difícil de borrar, Seokjin ha mantenido todo este tiempo demasiadas razones para que yo esté agradecido con él, desde prestarme dinero o cosas materiales hasta llevarme de un lado a otro cuando lo necesitaba, asegurarse de que comiera a pesar de que no me gustaba su comida y cuidar de mi cuando me encontraba enfermo o cansado.

Que podría haber pasado luego de esa noche fría? Tal vez Jin- hyung consiguió calentarme a tiempo pero todo el frío que mi cuerpo presenció aquella noche trajo sus consecuencias, un par de días después comencé a sentirme agotado, cada musculo de mi cuerpo me dolía y mi garganta tampoco se encontraba muy bien, continué con mi rutina a pesar de ello...

No quería tomar ningún descanso, incluso me estaba salteando alguna de las comidas del día, a todo eso comenzó a sumarse un gran dolor de cabeza así que cuando no lo soporte más decidí terminar mi trabajo e irme a casa.

Llegué a casa más temprano de lo normal, así que Seokjin-hyung estaba allí despierto, sentado en su escritorio jugando a algo en su computadora. Lo saludé desde lejos y decidí meterme en la ducha inmediatamente sin que él notara mi estado, pero al oír mi tos detrás de la puerta comenzó a preguntarme si estaba bien.

- Estás bien Yoongi?

- Sí, enseguida salgo.-le respondí.

Cuando por fin terminé de darme una relajada ducha y salí del baño me encontré con la sorpresa de que Jin-hyung estaba allí esperándome.

- Que te sucede? Estás más pálido de lo normal! Te sientes enfermo?- me dijo mientras tomaba mis manos.

- Podría vestirme primero hyung?- le pregunté ya que aún me encontraba envuelto en una toalla.

Me senté en mi cama mientras terminaba de secar mi cuerpo, y a pesar de que él estaba allí observándome comencé a vestirme lo más rápido que pude. Era increíble como en ningún momento me sacaba los ojos de encima, pero la confianza que teníamos ya había superado todos los límites.

- Tienes fiebre?- me dijo poniendo la mano sobre mi frente.- si! Tienes fiebre! Comiste bien hoy?

- Hyung no creo que sea por no comer.

- Lo sé pero si estás enfermo debes alimentarte bien, traeré un poco de sopa de pollo.

- No es necesario.- le dije, pero el salió tan rápido como pudo de la habitacion en busca de esa sopa.

Me recosté sobre mi cama, mientras observaba el techo de la habitación pensaba en que tal vez no era mala idea dejar que Jin-hyung me cuidara. Él estaba siempre preocupado por la salud de todos, y se sentía en el deber de cuidarlos a todos por ser el mayor, sin embargo yo no había dejado que tomara esa responsabilidad solo, yo también cuidaba a cada uno de los miembros mas jóvenes, pero esta vez era yo quien necesitaba algo de cuidado, y tal vez dejar que me trajera algo de comer definitivamente no era mala idea.

- Aquí está, debes tomarte este medicamento para la fiebre y comerás tu sopa de pollo- me dijo mientras me daba una capsula junto con un vaso de agua.

- Sabes hyung... hay un problema...no tengo apetito, porque no creo que pueda tragar la sopa, mi garganta duele mucho hyung.

- Prometo que podrás comerla, te aliviará el dolor incluso, di aaaah- me dijo y acercó la cuchara a mi boca, y definitivamente aquello no estaba en mis planes, que Seokjin me alimentara directamente a la boca no era la idea, sin embargo accedí, tomé cada cucharada de aquella sopa, que no sabía tan bien a mi gusto, pero mantenía mi garganta aliviada.

- Podrías tomar un té después- dijo y volvió a tocar mi frente- la fiebre no baja, traeré paños de agua fría.

- Tengo mucho frío hyung- le dije porque de verdad comenzaba a temblar, y a su vez las gotas de sudor caían por frente, sin embargo sentía escalofríos por la espalda.

- Es parte de la fiebre.- gritó desde el baño.

Colocó un paño pequeño en mi frente y se recostó a mi lado en la cama.

-Pronto pasará, cierra los ojos.- me dijo y yo hice caso a sus palabras.

Me relajé tanto que estuve a punto de quedarme dormido, pero sentí sus suaves dedos tocando mis labios, aunque era extraño se sintió bien y comencé a pensar en mil posibilidades de porque estaba haciendo aquello sin abrir mis ojos.

- Es fácil saber si aún tienes fiebre tocando tus labios.

- De verdad?- le pregunté con duda.

- Si- respondió y sacó el paño de mi frente- creo que ya estás mejor.- dijo y colocó el paño sobre la mesa que estaba al lado de mi cama, creí que iba a dejarme en aquel momento pero no lo hizo, tomó mi mano y se durmió a mi lado, era una noche bastante fría así que nos envolví a ambos bajo las mantas.

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