RELATOS CORTOS DE TERROR

LEYENDA URBANA: EL TERROR DE LOS POBLADORES DE OLD VILLAGE

En el caluroso pueblo de Old Village se celebró una vez un 1 de abril, pues para esta fecha en el año 1956 sus ciudadanos decidieron vender todos sus terrenos a la compañía petrolera Community Shield, después de que esta se instalara en los alrededores de Old Village con la finalidad de explotar los pozos petroleros que se encontraban en dicha zona.

Al principio, la comunidad se negaba a vender sus casas, pues aunque no se trataba de un pueblo demasiado colorido y por el contrario, se percibía un ambiente de terror, la mayoría de sus habitantes eran familias que habían emigrado a Inglaterra escapando de las masacres del Medio Oriente, pero lo que no sabían es que en este desolado pueblo que encontraron. Además de ser una zona rica en petróleo, había huido la mayoría de sus pobladores hace mucho tiempo por acontecimientos inexplicables que ocurrían siempre que estos rondaban cualquiera de los pozos petroleros, los cuales para ese entonces no habían sido descubiertos.

Después de que muchos de los niños de la mayoría de las familias habían fallecido tras haber estado jugando en algunas zonas adyacentes a sus hogares, tras ser descubiertos los pozos y por la insistente solicitud de venta que mandaba la compañía petrolera, sus pobladores decidieron vender a esta sus terrenos en el que llamaron el pueblo de 'Old Village' debido al aspecto que tenia de abandono y descuido al llegar a él.

Tiempo después, la compañía petrolera decidió instalar un campo petrolero en toda la zona, en donde se construyeron casas sólo para los accionistas principales de la compañía, quienes orgullosos desde el patio exhibían los pozos de petróleo a sus visitantes.

Pero al cabo de un tiempo, estas familias adineradas que celebraron el 1 de abril, también comenzaron a sufrir las consecuencias de ser pobladores de Old Village, pues incluso los trabajadores de la compañía, quienes sin problema ejercieron la explotación de petróleo durante un año, comenzaron a morir de uno a uno mientras cumplían con sus funciones, pues al parecer su cercanía con los pasos los obligaba a cometer sus propias muertes, y como poseídos se suicidaban sin dejar rastro alguno del porqué, tal como le pasó a muchos otros en el año 1956.