A D A P T A C I O N
Esta historia no es mía, y tengo permiso de adaptarla; todos los créditos son para su autora original: @waffox.
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Quedarse a dormir en la casa de su novia para festeja...
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Cuando terminé de pagar el celular, caminé hasta la casa de Jimin. Recién cuando estuve frente a la puerta principal me di cuenta de lo peligroso que significaba estar allí, lo acelerado que estaba mi corazón y el cosquilleo que sentía en mis manos debido al nerviosismo y a la emoción que me generaba ver de nuevo al menor. Pero allí estaba, debatiendo en mi mente el tocar o no el timbre de la casa, el enfrentar a cualquiera de los cuatro Park que saliera a abrir la puerta, el hablar con Hye o el quedar paralizado a ver a Jimin sonriente frente a mí, que fue lo que sucedió al verlo abrir la puerta de repente, sin siquiera darme tiempo a tocar el timbre. Jimin se encontraba a unos pasos de mí, y aun así, parecía que él también se había llevado una gran sorpresa al verme allí.
-Hobi... Hyung, ¿Qué haces aquí?- Preguntó cerrando la puerta con cuidado.
- ¿Es por los mensajes? Lo siento, mi celular se rompió y no tenía como avisarte.
- Lo sé, me lo dijo tu hermana, Jimin.
- ¿Mi hermana?- Preguntó él poniendo los ojos como platos.
- Ajá, le pregunté esta mañana.- Aclaré.
- Uhm, entiendo, iba de camino a revisar los precios de los celulares, ¿Quieres acompañarme?- Preguntó.
- No. Es decir, no hace falta que vayas.- Contesté extendiéndole la bolsa que traía conmigo, al mismo tiempo que apartaba la mirada por la vergüenza.
- ¿Qué es eso?- Dijo sin agarrar la bolsa.
- Tu regalo de cumpleaños, Jiminie. Perdón por no dártelo antes.
- Debes estar bromeando hyung, no me digas que es...
- Un celular, sí.
- No puedo aceptar algo así, hyung, es mucho...
- No es nada Jiminie, enserio, por favor tómalo.
- Hyung...
- ¿Planeas hacer que lo tire?
- Por supuesto que no, pero...- Agregó para luego mirar hacia atrás, volver a mirarme a mí y tomar mi mano para luego salir corriendo.
Corrimos unas seis cuadras hasta que Jimin por fin se detuvo, dejándome tomar aire y tratar de procesar lo ocurrido, pero cuando quise reaccionar me di cuenta que Jimin se encontraba frente a mí, y a los pocos segundos de que yo lo mirara me dio un pequeño beso en los labios, dejándome completamente estúpido.
- Ya me habías dado un regalo, Hoseok.- Agregó el menor al separarse.- Y era el mejor regalo que podría haber pedido.- Continuó para luego abrazarme tiernamente por la cintura.
- Te amo Jiminie.- Dije devolviendo el abrazo.- Por favor, no te vuelvas a ir sin decir nada, me preocupé.
- Noona... ella vio que me hablaba contigo y tiró mi celular en el retrete.- Explicó él sujetando con fuerza mi camiseta.
