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Naruto se encontraba de pie frente al mostrador de aquella cafetería 《Nirvana》la cual había tomado mucha fama desde que su dueño firmó un contrato con alguna empresa invercionista que no conocía, convirtiéndose así en una de las cadena de cafeterías más importantes del mundo. Sin dudas era su preferida.

-Un café amargo para llevar... Oh y unas galletas saladas. - El rubio esperó su orden mientras que se movía de forma inquieta verificando su hora a cada momento. Maldito el segundo en que apago la alarma para dormir 'cinco minutos más'. Vaya tontería.
Ahora no sólo llegaría tarde a la empresa, sino que también, su posible socio, pensaría muy mal de él. Se sentía ridículo, Hinata y Shikamaru debían estar muy preocupados por él. Su futura esposa estaba embarazada y él no hacía más que darle motivos para que se preocupase, se sentía tan idiota.

Veinte minutos más tarde ya con su orden en mano, pagó en caja y luego saludó amablemente al personal. Fue en un suave trote hasta la puerta pero en cuanto tomó el pomo de la misma para salir corriendo en dirección a su vehículo, un fuerte dolor se instaló en su tabique y las pequeñas campanillas que anunciaban un cliente se sacudieron con ferocidad a la vez que el ruido de la puerta siendo azotada llegó a sus oídos. El color carmesí mancho la mano con la que sostuvo su nariz mientras se tambalea hacia atrás, se sintió un poco mareado cuando oyó la voz suave de un joven frente a él.

-Maldición... Lo lamento mucho, señor. ¿Se encuentra bien?.- Le preguntó el individuo de cabellera negra, quien lo guió hasta una mesa cercana tomándolo por la cintura de forma suave.

-Ah... No te preocupes.- Murmuró el Uzumaki mientras maldecia su suerte, que brillaba por su ausencia. Tomando la servilleta que el desconocido le ofreció el rubio la acomodó bajo su nariz mientras que levantaba su mirada intentado enfocar sus ojos en aquella amable persona.

Naruto sintió que su alma lo abandonaba, allí frente a él, después de casi diez años... Se encontraba el amor de su vida.

Pensó que se trataba de un sueño, pero la preocupación en eso ojos onix era real. O eso creería cualquier iluso que no conociera realmente a ese estafador de hermoso rostro. La rabia y el rencor inundó su pecho y como pudo se puso de pie, aún con su nariz sangrando, cubierta por un par más de servilletas descartables que tomó de la mesa, aún cuando estaba mareado.

-¡Hey! ¡Espera, aún no estás bien!.- Gritó el Joven delgado de refinadas prendas detrás él. ¿Cómo podía ser tan cínico? ¿Es que deseaba torturarlo? Naruto quiso fingir que no lo conocía pero era en vano. Reconocería a Uchiha Sasuke aún estando ciego.

《Estúpido Uchiha... Te vez tan bien》

Unas pequeñas lágrimas bajaron por las mejillas del rubio con rasgos zorrunos. No lo podía creer, era tanta la rabia que tan rapido como entró en su auto fue como salió del aparcamiento con dirección a su empresa.

Rápidamente colocó el auricular en su oreja mientras llamaba a Shikamaru.

-Nara, necesito una camisa y una corbata nueva... ¿Eh? ¡Ya sé que no eres mi secretaria- Dattebayo! ¿Qué? ¡No! Sólo es un poco de sangre, acabo de golpearme la nariz... ¿Hinata? ¿De verdad? Joder... Ya voy para allá.
Naruto suspiro molesto... Su prometida había empezado un drama, lo último que necesitaba.

Ya muerto de la rabia el Uchiha se cansó de ver por donde se había ido aquél hombre gallardo al que habia intentado ayudar, así que no le quedó más que ir a su vehículo también, tenía una reunión y cómo nunca iba tarde. Quizás luego compraría un café.

《Que hombre tan testarudo.》

Pensó el Uchiha intentando calmarse, debía llamar a su primo Obito, quién estaría muerto de la preocupación.

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⏰ Última actualización: May 09, 2018 ⏰

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Entre gemelos. 《NaruSasu》♡Yaoi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora