Stay with me

Capítulo 3 (Alba) "Ulises"

Es por la mañana, noto cómo un rayo de luz entra por la ventana y me da en la cara. Eso por desgracia significa que ha empezado el peor día de todos. Entonces alguien me habla. Es Serena.

-Alba, levántate, dentro de 1h 30min tenemos clase y no te has preparado- Dice un poco seca.

-¡¿Espera ,1h 30 min solo?! .

-Sí.

-Me voy a preparar.

Salgo corriendo al baño donde allí me ducho, cuando termino de ducharme me empiezo a vestir, hoy me voy a poner un top negro pegado y unos pantalones cortos, ya que hace calor. Me retoco con la plancha el pelo y salgo por la puerta. Donde allí me esperan Tessa y Serena.

De la casa de Serena hasta el instituto se produce un incómodo silencio. Lo odio.

Cuando llegamos al instituto me bajo del coche y empiezo a caminar si despedirme de mis amigas. Lo primero que voy a hacer es ir a pedirle perdón a Carlos.

Entonces lo veo, está con el que se supone que es Nate por la descripción que nos dio ayer, pero también hay dos chicos más. Uno de ellos me llama la atención es muy guapo, tiene el pelo negro, ojos marrones, unos brazos musculosos y un cuerpo sin duda atlético, La verdad no está tan mal. Pero me tengo que concentrar en lo importante, que es pedirle perdón a Carlos.

-Carlos- Digo mientras me acerco, los tres chicos me miran.- Podemos hablar por favor.

Carlos acepta, les dice a sus amigos que ahora vuelve, y nos alejamos un par de metros.

-Carlos quería pedirte perdón, ayer me pasé y me comporté como una autentica idiota. No soy una buena amiga, entenderé si no me perdonas, pero quería que supieras que me arrepiento.

-Alba... Es verdad te pasaste mucho, sin yo haberte hecho nada, pero cómo no te voy a perdonar. Es verdad, soy un cobarde por no contarlo. Pero lo contaré, lo único es que necesito tiempo.

-Yo solo te lo decía porque vas haciéndote el machote para que nadie se entere de que eres gay, pero tú no eres así y no tendrías que tener miedo.

-Gracias Alba tienes razón.
En el momento que Carlos se da la vuelta para ir con sus amigos, mi mirada coincide con la de aquel chico. Nos quedamos así como unos 30 segundos. Entonces desvío la mirada y decido buscar a mis amigas. Pero aún sigo notando como me mira.

No encuentro a mis amigas, cuando decido ir a ver si están en el baño, suena el timbre que indica la primera clase. Matemáticas.

-Ey,- Dice alguien a mis espaldas, es una voz de hombre, pero es muy bonita. Me doy la vuelta y lo veo a él. Al chico guapo con el que mi mirada coincidió. –No he podido resistirme a venir a hablar contigo.

-¿A sí?- Me echo a reír
Se ríe y se me queda mirando.

-Bueno ¿me das a decir tu nombre?- Dice mirándome a los labios y sonriendo

-Me llamo Alba, y tú ¿Cómo te llamas?

-Alba, ¿Qué bonito nombre no?

- Pues sí ¿no me vas a decir tu nombre?

- Me llamo Ulises.

Entonces me doy cuenta de que llego tarde a clase.

-¡Mierda! – digo al mirar la hora – Me tengo que ir mi clase empezó hace 5 minutos.

-Adiós, ya nos veremos por aquí.

salgo corriendo para no perder más clase.
Llego a mi aula y toco la puerta. La profesora Ana me echa de clase por llegar tarde. Me paso la hora completa en el banquillo de jefatura. Hasta que suena el timbre e indica que va a empezar la otra clase.

Cuando por fin es la hora de comer voy al comedor, donde allí están los chicos me siento y empezamos a hablar. Hasta que Carlos hace un ademán he indica que vengan. Me doy la vuelta y veo a los chicos.
Entonces llega Nate que se sienta entre Serena y Carlos,El otro chico se sienta al lado de Tessa y Ulises  se sienta a mi lado. Veo como Nate mira de reojo a Serena mientras habla con Carlos. Están todos hablando, pero yo estoy perdida.

-Bueno, cuéntame ¿Qué tal todo?— Me dice Ulises.

- Por tu culpa he estado la hora de matemáticas fuera de clase por llegar tarde.

-No, no, no te equivoques .Yo no te obligué a quedarte conmigo, Fue culpa tuya. Y a parte, ¿Eres así de borde siempre?

-Si tú no te hubieras acercado a hablar conmigo, no hubiera pasado nada.

Entonces Nate interviene.

-Alba ¿Ya se conocen?

- Sí, resulta que se acercó a mí a preguntarme el nombre esta mañana.

Ulises se ríe y no puedo apartar mis ojos de su sonrisa, es perfecta y dulce.

- En realidad te quería pedir una cita, tú y yo.
- ¿Una cita?
- Sí.
- Te olvidas ya de eso, no te conozco.
Me levanto y me voy.
Noto cómo dos personas caminan detrás de mí. Son Tessa y Serena.