Cuando me salvaste.

Chispas y Colores

Eddy:

Salgo del baño con los bóxers, los converse, los cacetines y la camisa puestos.

Uno de los chicos está tomando leche directo de la caja, en un sofá. No sé cual de los dos es. Viste diferente, tiene una camisa azul marino y unos pans grises.

-soy Matt-escucho su voz y se que es Kyle, al parecer su voz es lo único que tienen diferente. Kyle tiene la voz ligeramente más aguda.

-Idiota.

-Era eso o verte caer y estrellar contra un auto. Por cierto, te queda bien mi ropa.

-No es gracioso.

-Lo digo en serio.-dice y levanta una mano.

-¿puedo?-digo y señalo el sofá.

-Claro, lo siento, ¿quieres algo de cenar?. Oh, hablé con Kevin, te quedarás esta noche en mi recamara, yo dormiré en este bebé-dice y le da una palmada al sillón en el que estamos sentados-Mañana puedes dormir en la de Kevin si quieres.

Mañana. No había pensado en eso hasta que él lo mencionó. ¿Qué será de mi vida? Ni siquiera conozco a estos chicos y...

-Descuida, te puedes quedar aquí el tiempo que sea necesario.

-Pero yo...

-No se si tengas cosas que quieras traer, podríamos...caray, yo no se si tu...bueno...eh...-se puso nervioso y miró a todos lados menos a mi.

-Rento un departamento, bueno, ya no, rentaba un departamento, tengo algunas cosas y mi ropa...pero no es necesario todo esto, de verdad, solo...pasaré aquí la noche si no es problema y después-comienzo a llorar y las palabras se me van.

Kyle se acerca y me dan un abrazo.

-Tranquila. Ya no llores-limpia mi mejilla con su pulgar-Ya no llores.

-Gracias- digo y lo veo a los ojos. Son color miel, del tipo que pueden leer tu alma y romper todos tus esquemas con una mirada.

Me nota notándolo y sonríe.

-¿Ya cenamos?-Dice Kevin que va saliendo de su cuarto. Inmediatamente nos apartamos y volteamos a verlo.

-Claro- responde Kyle, se levanta y se va a la cocina.

No se que hacer pero también me levanto.

Me dirijo a la cocina lavo mis manos y las seco.

-¿puedo ayudar en algo?-ofrezco y me siento diminuta.

-Oh no, no, lo tenemos controlado- responde Kevin y me lanza un guiño.-Hoy tu eres nuestra invitada.+ a

-Lo que él dijo-añade Kyle.

-De verdad puedo ayudar en algo- insisto.

-Creo que habrá más tiempo para eso- Dice Kyle y vuelve a sonreír, pero esta vez para sí mismo.

Me paro junto a la puerta y los observo. Poniendo mayor atención me doy cuenta que ambos tienen una pulsera negra de cuero, pero Kyle la tiene en su mano izquierda y Kevin en la derecha.

-Vamos- dice Kevin y aparta un taburete para que me siente.

Lo hago y Kyle pone un plato frente a mí. Tiene una porción de pringles, un sándwich y manzana en trocitos.

-Hicimos nuestro mayor esfuerzo- dicen al unisono y yo obtengo mi primera sonrisa de oreja a oreja después de lo de Jaxon.

Comienzo con el sándwich, luego con la manzana y al ultimo las papas.

-Yo también dejo la mejor parte para el final-dice Kevin y me sonríe.

Estos chicos son geniales.

Terminamos de cenar y son las 11:30 de la noche. Kyle se levanta y se va hacia su cuarto, cuando regresa está vestido como yo y trae una sudadera en su mano.

-ponte esto-dice y me extiende la sudadera. ¿Qué rayos?

Nota mi cara de confusión y suelta una carcajada, volteo a ver a Kevin y el está vestido igual. ¿Qué les pasa a estos chicos? ¿Se están burlando de mí?

-No te dejaremos hacer el ridículo sola- Dice Kevin

-¿Ridículo? ¿Qué ridículo? No entiendo.

-Vamos.-dice Kyle.

-¿Qué? ¿A dónde? ¿porqué? ¿Qué pasa?, pueden ir sin mi, a donde quiera que vayan- de momento la situación me caía un poco de golpe, estaba sola con dos desconocidos, en un lugar que tampoco conocía...

-Eddy, ponte la sudadera. Te dará frío- repite Kyle.

La tomo y dejo de cuestionar. De cualquier modo, ¿Qué puedo perder si no tengo nada?

Nos subimos al elevador y salimos del edificio. Ya no llueve, pero sí hace frio. Kyle tenía razón.

Comenzamos a caminar en medio de la calle, no hay coches. Avanzamos más y reconozco las calles. No dirigimos hacia el centro de Lawrence.

No, no, no. al centro ¡No!. No en bóxers.

Me paro en seco y ellos siguen avanzando. Kyle dice algo y se da vuelta, se regresa hasta donde estoy y me toma de la mano.

-Ven-dice divertido.

-¡De ninguna manera!

-Somos tres locos, no pasará nada, ven.

Me dejo llevar y poco a poco nos vamos acercando a una multitud de gente ¿Qué pasa?.

Nuevamente Kyle tiene razón, nadie nos mira, todos tienen su vista hacia el cielo, pero yo no veo nada. Solo extraños a mitad de la calle, en media noche, con sombreros ridículos, espanta suegras en las bocas, y celulares en sus manos como si estuvieran preparados para grabar un acontecimiento importante...

¡Media noche! Ahora todo tiene sentido. Kevin saca su celular y anuncia.

-Un minuto.

La emoción me toma por sorpresa.

-30 segundos.

Las personas a nuestro alrededor comienzan a empujarnos, el bullicio se maximiza, mi piel se eriza. Los tres nos tomamos de las manos, miramos hacia el cielo e instintivamente comenzamos la cuenta regresiva.

-10, 9, 8, 7, 6, 5 ,4, 3, 2, 1. ¡Feliz año nuevo!

Los fuegos artificiales aparecen y todos empiezan a reír y gritar de emoción. Es maravilloso, tantos colores y chispas al mismo tiempo...todo un espectáculo digno de observar.

Mi corazón da una señal de vida-