Deliver Me (Yaoi/Gay)

Capitulo 14: Rafaga

Narra julian:

Todo el camino a mi casa discutí con Evan, le di mil razones del porque no podía acompañarme a la casa de los gemelos, después de aproximadamente media hora en mi puerta el pareció comprenderlo y se marchó con la condición de que lo llamara.

Ahora, debo patearle el trasero a Alan, ¿Quien se cree para entrar a mi habitación? Tomado MIS cosas sin MI permiso.

Había meditado mucho los posibles actores del delito, pero no había más sospechosos, además, se supone que el culpable trata de evitar que lo descubran y justo el día de hoy el trío de idiotas no fue a clases.

-¡Mama voy a salir no tardo!- le pedí permiso desde la puerta.

-¿A donde vas? Acabas de llegar- me contestó.

-A la casa de Alan, tengo un proyecto- sin mas cerré la puerta y me dispuse a caminar.

No tarde mucho en llegar, tomando en cuenta que iva a paso rápido. Me sorprendió no ver su carro, lo más seguro es que sus padres no estén.

Toque el timbre repetidamente pero nadie abría a pesar de que si se oía movimiento adentro.

Después de casi romper el timbre Alex me avistó desde la ventana cambiando su cara de enojó a una como si hubiera visto un fantasma.

Entre abrió la puerta sólo asomando la mitad de la cara -¿Qué te trae por aquí?

- No te hagas el desentendido, ¿Donde está tu hermano?

-Salio.....

-¡Alex necesito que me ayudes con esto!- era la clara voz de Alan.

El gemelo menor volteo los ojos -La tenía que cagar- trato de cerrarme la puerta pero se lo evite.

-Dame mi libro- le dije amenazante.

- No se de que me estas hablando...-se recargo en la puerta

-Entonces tendré que preguntarle a tu hermano- me escabulli por el hueco de su brazo.

-Tienes que irte- me tomo del antebrazo.

Ignore su orden y me le quedé observando estaba sudando, tenía ¿tierra? encima, parecía lastimado, como si un animal salvaje lo hubiera atacado, tenía partes de la ropa razgadas, pequeñas heridas entre abiertas y un rasguño en el pecho.

-Alex ¿Estas bien?- incluso el enojó desapareció.

-Si- me soltó - Pero no puedes estar aquí.

-¿¡Que tanto haces!?- grito su hermano desde arriba.

Apreté los labios y empecé a dirigirme a las escaleras en un impulso de velocidad.

No alcance ni el primer escalón cuando el gemelo me tenía atrapado, si que es rápido.

-¿Ya?- Alan se asomó por la puerta.

- Tengo otro problema- le contestó su hermano apuntandome.

Alan se tenso y cerró la puerta detrás de él para que no observará.