Capitulo 4:Venganza

110 11 1
                                    

Narra Julián:

Entramos al cuarto de Alan, lo conocía de pies a cabeza con mis numerosas visitas desde que eramos niños.

Espere parado para no mojar su habitación mientras el sacaba ropa de su enorme ropero, pasándome una playera color vino y unos vaqueros azules.

—Voy a tu baño para cambiarme— le avise.

—Somos hombres Julián, no es como que te vaya a ver los pechos — contesto mientras se quitaba la camisa mojada que traía.

Mis ojos se dirigieron a su cuerpo, no era la primera vez que lo veía así, debo aceptar que es atlético y marcado incluso más que el mío, pero eso no fue lo que más me sorprendió sino un tatuaje que nunca había notado en la parte baja de su abdomen.

Pensé si sería buena idea preguntarle cuando se lo hizo o que significaba, pero se daría cuenta que lo estoy viendo así que fue más conveniente callar.

—¿No te cambiaras ?— me pregunto mientras se colocaba una camiseta arriba de su tórax desnudo.

—¡Pero no mires! Es más date la vuelta— le ordene.

—¿ Es enserio Jule? — puso un rostro de fastidio —¡pareces una niña!—

— Solo no mires y ya ok — lo amenace.

—Eres un exagerado me acabo de desvestir en frente de ti y no vi ningún problema—dijo dándose la vuelta.

Rápidamente me quite y me cambie los pantalones, trate de retirarme la camiseta a la velocidad de la luz pero estaba muy mojada y eso provocaba que estuviera muy ceñida a mi cuerpo.

—Necesitas ayuda— vio de reojo Alan.

—Voltéate — la camiseta se había atorado en mis hombros.

—Ya me desesperaste— de la nada se acercó, la tomó por los lados y la saco de un jalón.

—¿Mejor?— pregunto aguantando una sonrisa.

—Te odio— le enchine los ojos mientras lo tome de los hombros para volver a darle la vuelta.

—Te acabo de ver Jule creo que no es necesario, eres muy tímido con tu cuerpo—

—No es timidez es solo que no me gusta estarlo mostrando a medio mundo —le dije mientras me ponía la camisa vino.

Aprovechando que estaba volteado y como venganza de que casi me desnuda, le revente un tremendo sape que tuvo un eco glorioso y potencia ejemplar, pareció que lo ejecuto un dios griego con un inmenso poderío.

Conociéndolo me lo regresaría el doble de fuerte así que corri como una perra al piso de abajo.

Los dos llegamos casi al mismo tiempo me salve de puro milagro al encontrarnos a su madre en el pasillo, si fuera otra casa sería mal educado andar corriendo por ahí pero como tengo una amistad con Alan y Alex de muchos años no era novedad que nos vieran asiendo tonterías.

—Coman se les enfriara — nos dijo su madre.

—Triunfo el mal—le susurré a mi amigo al ver que no concretó su venganza por ahora.

Caminamos al comedor en el cual los demás todavía no acababan sus porciones de alimento, Alan se sentó alado de su hermano mayor Marcus dejándome solo un asiendo libre a un costado de Froy.

Deliver Me (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora