Erika despierta en su cama. Como no acostumbra a estar quieta mientras duerme, de no estar tapada al irse a dormir, ahora se encuentra tapada, en gran parte. Lo primero que alcanza del suelo, donde han ido a parar todas las cosas que estaban encima de la cama cuando Sakaki se acostó, es el móvil para mirar la hora. <Casi mediodía.> La inspectora suspira al ver la hora y se levanta dirigiéndose al baño. Se da una breve ducha para despertarse un poco y, después de secarse, vuelve a la habitación donde se viste, al tener que presentarse en dos horas en el trabajo. Aun así, se da su tiempo en ponerse el lápiz labial y de paso pintarse las uñas. Al terminar, se dirige a la cocina donde se hace unas tortitas para desayunar.
Se lleva su comida al escritorio, no sin antes, añadirle sirope de limón, su sabor favorito. Deja el plato y simplemente, mueve el ratón para sacar de la hibernación al ordenador. Observa como llevan el caso. Las pruebas en el escenario, concretamente, el fluido que dejó atrás el híbrido con la metamorfosis, se debe de estar analizando para corroborarlo con la base de datos central. Por otro lado, la nueva droga, si tiene relación con el "sátiro", se le tendrá que interrogar en base a ello para recolectar más datos.
La inspectora termina su desayuno sirviéndose un té, un sabor nuevo que encontró la última vez que fue a comprar, té verde con sandia. El aroma es interesante. A la inspectora le gusta tomarse su tiempo con el té, disfrutarlo.En un bar, bajando unas escaleras, un joven se toma una copa de whisky irlandés. Detrás de la barra, la señorita que le ha servido la copa, seca un vaso tras otro con un trapo.
― ¿Te has enterado del asesinato en el barrio blanco? ―pregunta la camarera rompiendo el silencio en el oscuro bar.
―Algo he escuchado. ¿Ha llegado algún encargo con relación a ello? ―le da un trago a la copa el cliente.
―Si. ―responde la señorita deslizando un sobre por la barra.
El joven agarra el sobre y se acaba el resto de whisky que tiene en la copa de un trago. Se levanta y se dirige a la salida, dejando a la camarera en su reservado lugar de trabajo.
Volviendo a Erika, sus quehaceres con el té se concluyeron antes de lo esperado y por eso se fue antes de casa, pasando por la farmacia que había sido asaltada la noche anterior. Es la farmacia que le quedaba más cerca de su apartamento, pero eso ya daba igual. Necesitaba encontrar otra farmacia en la que poder comprar su medicación. Justo cuando estaba por irse, se encuentra con el anciano que regenta la farmacia.
―Buenos días, inspectora Sakaki. ―saluda con una voz muy afable.
―Señor Laurence, buenos días. Siento lo de la farmacia. ― se disculpa la inspectora con una ligera reverencia.
―No te preocupes, señorita Sakaki. Existen los seguros por estas situaciones. ―le quita gravedad al asunto con una carcajada.
―Se lo ha tomado de forma muy positiva. ―sonríe Erika al ver que se lo ha tomado a bien.
El anciano busca en su bolsillo y saca una caja de medicamentos que le suena bastante a Sakaki.
―Aquí tiene inspectora. ―el anciano farmacéutico alarga su mano ofreciéndole la medicación a la inspectora.
La inspectora toma la caja y la abre sacando una rejilla de medicamentos que se mete en el bolsillo. La caja se la guarda en el bolsillo contrario.
― ¿El precio de siempre? ―busca el dinero en sus bolsillos.
―No. ―niega con la cabeza el anciano. ―Digamos que es un regalo por su nombramiento como inspectora.
―Gracias por el gesto. ―agradece la inspectora dejando de buscar en sus bolsillos.
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El Pigmento De La Escama
Mystery / ThrillerEn la capital mundial, creada después de la tercera guerra mundial como símbolo de unión entre todos los países y razas, los crímenes son más complicados de resolver, por culpa de la sub-especie desarrollada en los tiempos de guerra, los "híbridos"...