Rocío

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Me quedo pensando en aquella frase que tanto me ha marcado. Me dolió mucho que me dijera que soy siempre un estorbo familiar, que no pinto nada más que para causar problemas. Ya me he dado cuenta de que mi familia está super cansada de mis bromas y mis malos comentarios sobre lo que pienso día a día. 

Como cada día me voy a desayunar y como conozco ya a el camarero decido hablar un rato para que se me pasen los problemas:

- Buenos días Jose, ¿ como te va el negocio esta mañana tan soleada?- le digo nada más entrar por la puerta de entrada del local-.

-Hombre, si ya está aquí la terremoto del barrio - se sale de la barra y me saluda como siempre, con dos besos en mis rosadas mejillas- . Pues mira, tirando como se puede del negocio, ¿ y tu?

- Bueno, se podría estar mucho mejor la verdad, otra vez he discutido con mi hermana y me ha dicho que soy una cría maleducada - Jose se vuelve a colocar en la barra para escucharme atentamente-.

- Ya veo que la relación entre vosotras va cada vez peor- suspira e intenta animarme de la mejor manera posible- pero tengo la solución para que la aguantes el día entero. Sabes que una buena taza de café solo es un buen remedio para estas cosas.

-Tú si que sabes hacer milagros Jose - asiento con la cabeza para que me prepare un café como me gusta: con mucho cariño y empeño.

Jose se pone a hacerme el café mientras que yo voy al baño del bar. Como siempre está muy limpio y ordenado. Me lavo las manos con el jabón a olor de fresa y me miro al espejo. Me sorprendo al ver que tengo unas ojeras terriblemente marcadas. Al final ayer por la noche no pude dormir bien , estuve toda la noche escuchando música con mis auriculares y mi móvil que no me di ni cuenta que me acosté a las cuatro de la mañana. Últimamente me esta pasando esto muy a menudo , porque la pesada de mi hermana no me deja ni en paz cuando llega a casa a las no se cuantas horas a la casa después de haber estado de fiesta toda la noche. Ella si que es un caso a parte.

Recién limpia me vuelvo a sentar en uno de los altos taburetes de la barra y me dispongo a beberme el café , mientras que Jose está en la cocina limpiando los pocos platos y vasos que tiene sucios y que la señora Elvira a dejado sin limpiar. Elvira es un estorbo en el negocio, pero como Jose está buscando pareja después del divorcio que ha tenido con su mujer, se ha metido en la cabeza que ella puede ser la nueva mujer de su vida, algo que yo no comparto con él por supuesto, porque al fin y al cabo, es más baga que una adolescente de 16 años, osea como yo.

Como veo que no vuelve de la cocina le dejo el dinero que cuesta siempre el café más una pequeña propina para que pueda llegar a fin de semana a una buena cantidad de dinero, el pobre lo está pasando fatal sentimental y económicamente. Ojalá no me tocase a mi un futuro parecido a el suyo, sería la peor pesadilla de toda mi vida tener que estar medio mendigando todos los días, bastante tengo ya con aguantar a mi familia.

Cuando salgo del bar me dirijo de nuevo a mi casa para coger unas Oreo para ir comiendo en el camino hacia el instituto. Entro y no veo a nadie, a si que decido irme lo antes posible de casa para no tener que volverme a encontrarme a mi hermana. Abro la puerta de entrada de nuevo y  cierro bien con mis llaves. Bajo las escaleras de escalón en escalón cuando...


DE REPENTE SUENA MI MÓVIL... ¿Quién será a estas horas de la mañana?


BUSCANDO LA CLAVE DE LA FELICIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora