4.

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Hubo algo que lo detuvo.
Sí, el tipo que estaba esperándolo. El tipo que se iba a dormir con él. Había un trato de por medio que no podía ya romperse. Louis estaba comprometido.
Y él sabía que ese compromiso es como el aval de una letra de cambio. Quién sabe por qué, pero Harry pensó: “La soledad es un desierto. Soy un cactus en ese desierto.”

¿Y esto? Harry sintió que una figura se acercaba hacia él. Muy extraño. ¿Louis? Sí, Louis venía hacia su mesa. ¿Qué podría ser? Bueno, no quedaba más que el disimulo, para evitar un error. Louis estaba ya junto a él. Sin decirle nada, se inclinó un poco y le dio un beso en la mejilla. Nada más. Él se había ido. Estaba saliendo ya, con el tipo ése. Harry sentía el beso, cálido, lleno de ternura, infalsificable. Decididamente, un beso con magia.

El beso espontáneo de un muchacho malo llamado Louis. Un beso que había logrado de pronto que todas las gentes regresaran a la tierra del paseo por otro planeta. La tierra estaba poblada otra vez por millones de hombres, por animales, por casas.
Por risas y lágrimas. 

Por todo eso que es la vida.

Louis había traído la vida a la tierra.

Fin.

Un mundo vacío. [LS adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora