redes y vida

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  Deslizó su dedo por aquella pantalla luminosa, una y otra vez lo hizo, hasta  llegar a la última publicación, y la batería se agoto, allí recién lo vio; como la pantalla negra reflejaba a una señora de pelo canoso y rostro cansado, a punto de desfallecer.

Con tristeza trato de recordar a aquella joven de 15 años que hace unos momentos reposaba en el mismo sillón.

Rocío De ProsasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora