II

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Taehyung llevaba casi una hora con el mismo vaso de vodka preparado entre las manos suspirando y observando al chico de cabello negro que atendía la barra. Sus ojos vagaban hasta las piernas dotadas cuyos pliegues se marcaban a la perfección debajo de aquel pantalón, la espalda y torso desnudos y aquel bello rostro que cada noche sin excepción se dedicaba a complar cuando regresaba del trabajo sin que él lo notara una sola vez. Era la tercera ocasión en la que visitaba ese lugar luego de haber ido con sus amigas tres semana atrás.

-Hermoso ¿verdad?- una voz femenina lo hizo saltar en su lugar.

Al girar a ver de quien se trataba se encontró con una mujer de cabello entrecano, maquillaje exagerado y un cigarrillo mentolado entre los labios rojos carmín. Iba enfundada en un corto vestido semitransparente color magenta y sus largas uñas en pico decoradas con piedrecillas brillosas jugueteaban sobre la barra.

-¿Piensas solo observarlo todas las noches o pagaras por su compañía?- insistió la mujer de rostro surcado de arrugas.

-¡¿Perdón?!- Taehyung enrojeció.

-¡No seas tímido!- la mujer empezó a reír a carcajadas con aquella voz ronca mientras daba palmaditas al hombro de Taehyung -te diré un secreto, cariño, este mundo es de los atrevidos, los gatitos tímidos son devorados fácilmente-.

Taehyung desvió la mirada, ahora no quería ni encontrarse con el pelinegro.

-Baila muy bien- insistió ella como si intentara vender algo -antes también daba shows pero dejo de hacerlo ahora solo se dedica a atender la barra, un desperdicio pero aun accede a dar bailes privados- la mujer de unos sesenta y tantos meneo las cejas con malicia. -Además es mi nieto así que a mi no me niega nada-.

-¡¿Su nieto?!- Taehyung chilló sorprendido.

La mujer no respondió en cambio le dio una calada larga al cigarrillo y exhaló.

-Tienes buena cara, medio femenina pero tu voz de machote lo compensa ¿quieres trabajar aquí? ¿Qué tanto músculo tienes?- los ojos calculadores y acuosos lo recorrieron.

-N-no- Taehyung negó con vergüenza -mi pancita flácida no encajaría en un lugar como este-.

La mujer sonrió con ternura al tiempo que sus ojos se desviaban hacía el pelinegro que ahora estaba a lado de ellos tan solo con la barra de intermedio. Taehyung enrojeció al darse cuenta que probablemente había escuchado sus palabras.

De manera torpe se excusó y se alejó de la barra dejando el vaso aun lleno sobre la misma y se acercó a observar el espectaculo. Un gran número de mujeres y hombres rodeaban el escenario donde un hermoso chico en tacones de quince centimetros con una corta falda de colegiala movía las caderas al ritmo de la música.

Taehyung fue absorbido por la multitud y cuando menos lo espero ya estaba a los pies del escenario observando al atrevido muchacho bailar y jugar con sus pálidos pezones frente a un grupo que enloquecía por cada acción que hacía. Sus largas manos bajaban por el abdomen plano y subían de regreso en un delicado pero sensual baile erótico en el que restregaba su dotado trasero contra el tubo de acero. Los ojos del bailarin encontraron a Taehyung y con desición caminó hasta él haciendo sonar los altisimos tacones de aguja.

Con toda la naturalidad del mundo el joven y atractivo chico se agachó hasta quedar en cunclillas frente a Taehyung con las piernas abiertas enseñando la sorpresa colgante debajo de su falda. El castaño abrió mucho los ojos al tener la intimidad del chico casi en el rostro mientras él le sonreía y hacía señas para que le diera algo de billetes. El aturdido y torpe Taehyung tardó un momento en comprender y cuando finalmente lo hizo buscó en su billetera con manos temblorosas. Sacó algunos billetes y los acercó con duda para colocarlos en el elástico de la falda, el bailarin sonrió satisfecho y se inclinó al frente hacía él para darle una pequeña lamida en la nariz seguida de un guiño coqueto antes de seguir contoneandose frente al público que explotaba en gritos de júbilo.

The black haired boy » KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora