Paso la tarde mirando el atardecer, gota a gota el suelo se empapa y el agua fluye como ríos por la acera, las plantas se refrescan y un viento cargado de humedad sopla por donde la vida fluye; las aves se ocultan y la luna releva ahora el trabajo del sol, es así como la intensidad de la noche se hace presente, trallendo con sigo un mar de recuerdos de la juventud.
Es hermoso si nos podemos dejar llevar por el momento, el como los pensamientos se intercambian por los sentimientos y el como el dolor se torna ajeno. No obstante, verlo desde la cama de un hospital y recordar que en el camino humano, la muerte tiene un papel tan importante como la vida... Lo hace todo más fácil.
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Reflexiones desde un lugar lejano
Historia Cortala belleza, vista por un camino por concluir