Wiheom «Yoonseok»

Capítulo 1

Antes de comenzar:

∆ Temas religiosos

∆ Bullying

∆ Homosexualidad

∆ Gran cantidad de menciones sobre instituciones eclesiásticas

∆ Edades modificadas

∆ No es pedofilia

∆ Smutt ×las veo pecadoras×

∆ Historia de desarrollo lento

∆ Lenguaje inapropiado

Wiheom: Wiheom es la palabra coreana correspondiente a la traducción de "peligro".

Joe: Pecado, se refiere a lo prohibido, es el segundo título de la novela o historia. 

Seminario: Institución formativa o escuela en la que hombres que desean ser sacerdotes acuden para su formación espiritual.

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Parte 1: Espiritual

Si le hubieran preguntado a Hoseok si en realidad quería estudiar para ser un sacerdote, con toda seguridad hubiera respondido que era lo que Dios y toda su familia esperaban él.

Ya habían pasado cinco años desde que había ingresado al seminario y la verdad es que jamás se había quejado ni un segundo, todos le habían recibido con amabilidad y felicidad, constantemente le repetían que sería un asombroso sacerdote.

Tantos años ahí y aún consideraba la opción de dejar el seminario, ser libre y amar a su dios sin necesidad de usar una sotana. No.

No era posible.

Se dió un pequeño golpe mental, no estaba permitido hacer eso, dudar de tu vocación también era un pecado.

— Perdóname dios — susurró, juntando sus manos — que no quede en duda el destino que tienes preparado para mí, todo lo que tú haces tiene una razón, prometo no dudar de ti, ni de tu divina gracia.

Se levantó de su cama y calzó sus zapatos, mientras miraba como el sol entraba por su ventana. Eran alrededor de las 6:00 de la mañana, tenía tiempo suficiente para ir a su primera clase con puntualidad.

Fué a donde su pequeño ropero, en donde sacó una muda limpia de ropa; camisa blanca, pantalones negros y la sotana blanca que era el uniforme del seminario. Se vistió con cuidado y cuando terminó procedió a peinarse con agua, sin mirarse en el pequeño espejo que había en su humilde celda.

No tenía nada más que su ropa, la sotana, la cama individual, el ropero y un baño con un espejo diminuto en su habitación, al entrar, todos los estudiantes hacían un voto de humildad, sin excepción. Se tenía que vivir como Cristo si querías enseñar su palabra.

Tomó sus libros y salió hacía la enorme sala de dormitorios, muchos de sus compañeros estaban saliendo también, visiblemente apurados por llegar temprano a sus clases, al otro lado del edificio.

— Buenos días Hoseok — le saludó Taemin — ¿Qué clase te toca? 

A Hoseok le caía bien Taemin, era de los pocos a los que tenía confianza para conversar sin los títulos de hermandad, entre ambos los temas se daban solos y más considerando el carisma natural del joven.

— Teología — respondió.

— Que aburrido — se quejó, luego se acercó a sus oídos — ¿Supiste que Kino se fué del seminario?.

Hoseok se quedó pasmado, Kino era de los mejores del seminario y estaba a punto de ser ordenado.

— ¿Es verdad?— esperó a que Taemin asintiera — Vaya, eso es... Inesperado.

Taemin asintió y sonrió con picardía.
— Eso no es lo peor, hay rumores que dicen que fué por una relación.

Eso terminó por pasmar a Hoseok, no estaba permitido tener relaciones en el seminario, si Kino, la persona correcta entre las ovejas negras había cometido ese tipo de acción, ¿Qué les esperaba a ellos?.

— ¿Con quién? — se animó a preguntar.

— ¿Recuerdas a Wooseok?.

Un hombre

Hoseok recordó a Wooseok, también uno de los seminaristas que había abandonado la diócesis, el chico era nuevo en aquél lugar y lo había dejado hace meses.

— ¡No puede ser! — exclamó, a punto de sufrir un paro — Quién lo diría.

No era la primera vez que un seminarista dejara el colegio por un romance secreto o una persona de la que se había enamorado, lo sorprendente era que esta vez había sido por un hombre, y que ambos habían estado en el seminario.

Ahora entendía porque no habían dejado despedir a ambos chicos y la razón de que no les hayan informado en ningún momento.

— Pues supongo que los viejos ahora querrán tener vigilados a todos — sentenció Taemin en silencio — para vigilar que no tengamos a nadie o no les salgamos homosexuales.

Eso hizo reír un poco a Hoseok, su amigo se decía no tener pelos en la lengua para hablar de temas espinosos, pero siempre se aseguraba de estar lo suficientemente​ solo o tener la voz baja para que nadie le escuchara, pero lo que había dicho era cierto, ahora los directores del colegio de la pasarían vigilando a todos de manera discreta, sin ser vistos, par mantener a raya a todos los estudiantes y saber de aquellos que tenían conductas sospechosas.

Hoseok soltó un suspiro y terminó por despedirse de Taemin al tener que separarse por sus clases diferentes.

Entró al salón de teología con cautela, dentro estaban solamente algunos chicos y el padre Siwon, el maestro de que impartía la materia.

— Buenos  días padre — saludó, haciendo una reverencia y  sentándose en uno de los lugares disponibles.

El aludido le devolvió la reverencia.
— Buen día hijo, pronto comenzaremos.

En lo general, la teología no era del total agrado de Hoseok, pero el padre Siwon siempre sabía como impartir una clase y divertir a todos.

El hombre revisó el reloj colocado en la parte alta de la repisa y se levantó para cerrar la puerta, para tener una clase mucho más privada. Tomó un plumín y escribió algunas palabras en el pizarrón.

— Lo primero que veremos hoy es algo que me encanta: Vocación — se dirigió a los chicos.

No recibió alguna opinión de parte de sus alumnos por lo que prosiguió.

— La vocación es lo que nosotros queremos y estamos destinados a ser, todos tenemos una vocación, claro que es diferente — dijo — no necesariamente tiene que ser orientada a un trabajo u oficio; podemos encontrarnos con personas con una vocación para ser padres, esposas, madres, buenas personas, nuestra vocación no se da de la noche a la mañana, sino que se descubre en el momento menos esperado.

— ¿Y cuál es nuestra vocación? — inquirió Kihyun, tomando apuntes.

— Eso lo deciden ustedes — dedujo — cada persona tiene una distinta y nadie puede influir, sólo sale, como el sol. Pero si están aquí es porque creen que su vocación está orientada al servicio de Dios.

Pero si están aquí es porque creen que su vocación está orientada al servicio de Dios.

Las palabras retumbaron en sus oídos como dos bombas, ¿En verdad quería servir a Dios toda su vida?, ¿Podría ser feliz con algo que le habían inculcado desde pequeño?, ¿Estaba bien que dudara de su vida justo en esos momentos?.

No tenía una respuesta a ninguna de las preguntas que se había planteado, pero quería saber la respuesta antes de que fuera irremediable.