She Has No Idea ~ERICK BRIAN COLÓN~

Capitulo 2

-Quedé de verme esa misma tarde con Jared y otros más de nuestros amigos después de la comida. Después de llegar a casa y hacer la misma rutina, que incluye saludar a mi familia, dejar mis cosas en mi cuarto y comer, di marcha hacia mi cuarto otra vez y me duché y arreglé para salir con mis amigos. Me lo merecía después del gran esfuerzo en clase porque, hay que admitir que química no es fácil de pasar, al menos no para la mayoría. Cuando terminé de arreglarme tomé mi celular y mi bolso dispuesta a salir. -¡vuelvo más tarde!- le advertí a mi madre quien estaba en la cocina terminando de recoger los trastes. -¡ve con cuidado!.- me gritó de la misma manera y salí de ahí. Después de unos minutos caminando, al fin llegué al parque en el que quedé de verme con mis compañeros. Cuando llegué aún faltaban algunos de ellos. Sólo habían llegado Jared, José y Yoselin. Les saludé desde lejos y me recibieron sonrientes. -¡ya llegó por quien lloraban!- les dije correspondiendo a sus sonrisas. Les abracé a cada uno de ellos y nos sentamos en las bancas que estaban ahí mientras esperábamos a los faltantes.- ya nos dijo Jared que pasaste el exámen con 10.- dijo Yoselin ennarcando una ceja con expresión picarona.- ¿cómo le hiciste?- dijo ella bien sonriente.- pos pa'que veas lo que deja estudiar.- le dije devolviéndole la sonrisa.- No, no, no- dijo José. Él es bisexual, lo que significa que en parte actúa como gay y hace siempre nuestras platicas y momentos más divertidas.- a mí no me engañas...- prosiguió- te lo cochaste y por eso te pasó. -dijo levantando una ceja y soltando una risa. A todos nos dio gracia y nos reímos también. -sí, Papu- le contesté.- me lo eché y por eso voy a ser de ahora en adelante la más inteligente del salón.- hizo una mueca de asombro, obviamente fingida que nos dio gracia a todos.- ay, entonces yo también le voy a calar a ver si me pasa a mí también.- solté una carcajada.- sí, Papu, busca un pretexto para cogertelo.- nos reímos y lo abracé. Él siempre era así de "sin pelos en la lengua". No le daba miedo decir nada, era sincero en un grado extremo, y eso era lo que más me agradaba de él. Además era muy divertido, no había momento en el que no sacara una bobada para hacernos reír a todos. Conversamos unos cuantos minutos más y después llegaron los demás; Laritza, Tonansy y Axel.
Una vez reunidos todos optamos por ir a comer a un lugar. Recordé que por ahí cercas había un "Burger king", les dije y todos aceptaron. Llegamos y el lugar estaba repleto. -Ay no, aquí ya no cabe ni Tonansy.- dijo José en tono de burla ya que nuestra amiga era bajita. Esta le dio un puñetazo en el hombro y todos nos reímos.- ahí en frente del parque hay un puestecito de tacos, hay que ir ahí.- dijo Axel y decidimos tomarle la palabra.
Al cabo de una hora terminamos la comida nos volvimos a sentar en unas de las tantas bancas que había en el parque a charlar otro rato. Comenzó a oscurecer, el tiempo había pasado volando y cada quién tuvo que irse por su lado. Afortunadamente mi casa no estaba muy lejos, y conocía perfectamente esos lugares, por lo que no tenía miedo de nada. Una vez que nos despedimos nos marchamos. Yo caminé en dirección a la avenida por donde quedaba mi casa. Después de unos pocos minutos caminando, me detuve del otro lado de la calle en el que estaba mi edificio esperando a que el semáforo se pusiera en rojo y me permitiera pasar. Cuando este se puso crucé rápidamente junto con otras personas que al igual que yo estaban esperando. Llegué finalmente ala puerta del edificio.
Estaba a punto de entrar, cuando de repente se abrió la puerta sin previo aviso y me golpeó.
Caí en el pavimento y mi bolso salió volando, aunque no aterrizó muy lejos de mí. -¡oh, disculpame!- me dijo una voz masculina mientras me ayudaba a levantarme.- descuida, fue un accidente- dije con mi mano en la cabeza debido al dolor que el golpe me había provocado. No había volteado a ver al chico, pero sentí cuando me extendió el brazo para entregarme mi bolso que él ya había recogido. Lo tomé.-muchas gracias- le dije.- ¿estás bien? ¿quieres que te lleve a el hospital?- reí.- no, muchas gracias, sólo fue un golpe, no es nada grave.- levanté la vista para mirarle. Tenía un rostro de preocupación... lo comprendía, yo estaría igual en su lugar. Sus ojos eran verdes y me miraban atentamente y casi podría asegurar que no era de aquí, ya que su acento al hablar me hacía creer que era de otra parte de Latinoamérica. Era muy, muy, pero muy guapo... me quedé apendejada, y no era por el golpe, debo admitirlo.- ¿quieres que te lleve a tu casa?- me dijo aún preocupado.- estee... no...- dije nerviosa- no, yo vivo aquí... no hace falta.- hice una mueca tratando de imitar una sonrisa. -en serio lo lamento.- volvió a insistir él.- en serio, no es nada.- le sonreí.- disculpa... pero, tengo que irme- le dije un tanto apenada. -oh, sí, lo lamento.- dijo y se abrió paso para dejarme la puerta libre. -muchas gracias.- le dije y me adentré en el edificio. -¡gusto en conocerte!- me gritó a mis espaldas. Me giré, le sonreí y le hice un gesto con las manos de despedida. La puerta se cerró y ya no lo vi. Caminé hacia las escaleras y me fui directo a mi apartamento.