She Has No Idea ~ERICK BRIAN COLÓN~

Capitulo 5

-Habían pasado varias semanas desde la última vez que vi a Erick, y hasta entonces no había sabido nada de él... era este el momento en el que me arrepentía de no haberle pedido sus redes sociales o su número telefónico, pero ya era muy tarde para pensar en eso, ahora sólo tenía que esperar a que se diera la oportunidad de volver a verlo.
Me sentía estúpida por estar pensando en él. Apenas lo había conocido, sólo había hablado con él una vez, y ya no podía sacarlo de mi mente... la última vez que me pasó algo así salí muy lastimada, y prometí no volver a encariñarme con un chico, pero ahora Erick estaba haciendo que mi promesa fuera más difícil de cumplir.
Las clases ya habían acabado y el verano había comenzado, casi todo mundo iría de vacaciones a la playa, incluso mi familia, pero yo no tenía mucho tiempo que la había visitado, así que pude convencer a mi mamá de quedarme en casa, de igual manera en el edificio nos conocíamos entre todos y los guardias cuidaban muy bien el lugar, por lo que yo no correría peligro alguno.
Acompañé a mi familia hasta la central de autobuses para despedirlos y desearles un buen viaje. -¿segura que estarás bien?- preguntó mi mamá tomando mi rostro entre sus manos con la mirada un tanto preocupada. -Claro que sí, mami, te lo prometo.- sonreí y eso pareció aliviarla un poco. -cualquier cosa que necesites llámame, ¿sí?, y yo vendré de inmediato.- dijo y después besó mi frente.- No te preocupes, ustedes disfruten de su viaje.- dije volviendo a sonreír, a lo cual ella correspondió. Minutos después de la misma charla el autobús llegó y ellos tuvieron que subir de inmediato. Yo me quedé ahí esperando a que el autobús desapareciera de mi vista. Cuando eso pasó cerré los ojos y di un suspiro... tenía casa sola, y unas vacaciones tranquilas, era la primera vez que mi familia estaba fuera y yo no iba con ellos, no sabía qué hacer primero... realmente estaba emocionada, pero primero quise irme a casa, a disfrutar del silencio y de algunas películas que podrían haber allá.
Pensaba tomar un taxi, pero la verdad me daban bastante miedo, y más si viajaba sola, había visto ya muchas series de crímenes en las que un taxista secuestraba a su pasajero y después lo mataba para vender sus órganos... y yo no quería que me pasara eso... así que mejor tomé el subterráneo, ahí al menos había más gente y no podrían secuestrarme tan fácilmente.
Cuando iba ya dentro de este y en camino a casa no pude evitar escuchar a un par de chicas que estaban a mi lado hablar. Estaban muy emocionadas, porque al parecer asistirían a un concierto. Voltée a verlas despistadamente y noté que en sus camisas decía "CNCO", lo cual, automáticamente y como era de esperarse me recordó a Erick, y no pude evitar sonreír.
Él me había dicho que era su banda favorita... me daba un poco de curiosidad saber por qué le gustaban tanto, tal vez luego me animaría a escuchar una canción completa de ellos. Vi a las chicas otra vez, ellas no me notaron, pero eso no era lo importante; si CNCO iba a estar aquí en la ciudad hoy mismo, supongo que Erick iría ¿no?... y eso quiere decir que él no estaría muy lejos de aquí... no quería hacerme ilusiones, pero podía sentir que pronto lo vería nuevamente.
Cuando llegué a mi estación bajé del tren dejando atrás a las chicas con su emoción y caminé rumbo a mi edificio, el cual no quedaba muy lejos ya de la estación de subterráneos de la cual yo recientemente salía. Llegué a la puerta del edificio y me detuve en frente de esta... yo esperaba que se abriera de imprevisto y me golpeara para yo caer al suelo otra vez y que Erick me ayudara a levantarme... okey, ya me volví loca... estaba realmente desesperada, y lo odiaba, ¿cómo diablos podía estar así por un chico que acababa de conocer? Jamás me había pasado, ni me imaginaba que se podía, pero ahora yo lo estaba viviendo, y no era bonito para nada.
Después de tanto pensamiento ridículo me adentré en el edificio y subí hasta el departamento, que por ahora era mío.
Estaba completamente vacío, sin ruido, ni nadie que me molestara... suspiré aliviada y entré. Pensé en llamar a Yoselin y a Laritza, pero me sentía tan relajada estando sola por lo que mejor decidí no hacerlo ahora. Me senté en el sillón que quedaba en frente de la televisión, pensando en encender esta, pero los pensamientos me invadieron... me picaba la curiosidad por saber quienes eran aquellos chicos a los que tanto admiraba Erick, así que después de pensarlo seriamente por un momento decidí escuchar un poco... hace unos días Tonansy había intentado convencerme de que los escuchara, ya que a ella también le encantan, y trajo su disco... debido a que no pudo convencerme se fue, pero me dejó el CD por si "cambiaba de opinión"... busqué entre los discos que no tenían su caja, y después de unos minutos lo encontré. Era blanco y tenía grabado "CNCO" en este mismo. Lo puse y me senté en el sillón nuevamente esperando hasta que comenzó la música...
"Por más que trato de olvidarte, aún se nota que me muero por ti... yo no te saco de mi mente, me gustaría que estuvieras aquí.
¿y quién te cuida?, sólo yo.
¿quién te mira?, sólo yo.
¿quién te abraza?, sólo yo, oh, oh.
¿quién te acaricia?, sólo yo.
¿quién te besa?, sólo yo.
Nunca nadie, sólo yo..."



La música resonaba por todo el departamento... jamás había escuchado tan atentamente una canción, y debo admitir que esta me estaba gustando... hasta me estaban dando ganas de bailar, pero me resistí... la canción seguía sonando mientras yo golpeaba el piso con la punta del pie el ritmo de la música. Rompí record, pues ahora había durado más de un minuto escuchando una canción... asombroso, ¿no?.
"y cuando quiera' tú me llama' y yo te respondo, nos escapamos y contigo yo me escondo... y aunque tú sabe' que conmigo lo disfruta', ¡CNCO!, como a ti te gusta..."
Y como decía la canción, me volví loca, y ahora sí comencé a bailar  por toda la sala, como si mi vida dependiera de eso, pero lo mejor era que realmente lo estaba disfrutando... no puedo creer que me halla perdido de esto durante tanto tiempo, la música era genial y no me había podido dar cuenta de eso.
Seguí bailando mientras las canciones seguían sonando en las bocinas y no había nada que me detuviera. Así fue durante un gran rato hasta que se terminaron las canciones del disco, y caí rendida sobre el sillón, y sin pensar en nada me quedé completamente dormida.-