¡Mira por la ventana! -YoonMin

03

Jimin tardó en convencer a su madre pero finalmente lo logró, supuestamente dormiría en casa de Namjoon, y como su casa no está muy lejos lo dejó ir caminando.

—Siento que esto terminará realmente mal. —Habló Jimin mientras caminaba junto a YoonGi.

—Para nada, yo sé lo que te digo.
¿Trajiste el dinero?

Jimin asintió. —Sí, lo tomé de un cajón de mi padre, creo que tenía tanto dinero que ni cuenta se dará.

—Perfecto. —Sonrió YoonGi y ambos tomaron un bus en dirección al "barrio" de Yoongi.

Al llegar ahí Jimin persibió un aura totalmente diferente a la que está acostumbrado, unos chicos que se veían de diecisiete fumando en la esquina, un gato atropellado en medio de la calle y música muy alta proveniente de una casa descuidada, la letra era muy "grosera" para su gusto.

—Ahí vivimos.—Apuntó una pequeña casa verde. —Ven.—Tomó su mano y se dirigió hasta la casa.

—¡Hey Min! —Gritó un chico como cinco años mayor. —¿Nos vas a presentar a tú novio? —Cuestionó burlón y YoonGi soltó la mano de Jimin.

—No es mi novio, es mi aprendiz. —Contestó orgulloso mientras seguía caminando, Jimin se sintió intimidado por la mirada de los chicos.

Ambos entraron a la pequeña casa, un alto chico permanecía acostado en un sillón, veía televisión.

—¡Llegué chicos! —Mostró su mochila sonriente.

—Te habías tardado, salí de trabajar hace una hora. ¿Quién es él? —Se acercó a Jimin.

—Tranquilo Jin, es un niño riquillo que encontré por ahí, me hospede en su casa ayer, cae bien aunque es algo ingenuo.

—¿Hospedarte? ¡Me amenazaste para poder entrar a mi casa!

—¿YOONGI? ¿HICISTE TAL COSA?

—Bueno, no exactamente, yo solo...-

—¡Bien hecho! —Chocó los cinco y Jimin los miró incrédulo. —La mochila ahora ¡Taehyung, ven a ver esto!

Un chico Castaño se hizo presente, Taehyung, no pudo evitar mirar sorprendido a Jimin.

—¿Jimin? ¿Qué haces aquí? —Venía corriendo, pero al verlo se detuvo.

—¡Taehyung! —Corrió para abrazarlo.—YoonGi es mi nuevo amigo y les ayudaré a robar. —Sonrió tiernamente.

—¿QUÉ? ¡No Jimin! Tu madre fue muy clara, no quiere que nos veamos más.

—¿Eso qué importa? Tú eres un gran amigo ¡Anda, déjame robar por favor! —Taehyung negó.

—Él es un buen chico. —Habló YoonGi. —Justo lo que nos hace falta en este equipo lleno de callejeros y delincuentes, denle una oportunidad.

Jin lo analizó de pies a cabeza. —Bien, puedes ser útil, Jimin.
Mi nombre es Jin, tengo dieciséis .

—¡Un gusto Jin! —Le dio una leve sonrisa.

—Sí, sí, a lo que venimos.
Abre la mochila, ahora. —Habló Jin observando la mochila.

—¡Claro! —Abrió la mochila, un montón de videojuegos se hicieron notar, incluso una consola.

—¡Wow, genial! —Se acercó Taehyung tomando algunos y viendo cuales eran.

—¿Enserio te arriesgaste por unos videojuegos? —Lo miró Jimin desaprobatoriamente.

—Tú eres riquillo, para ti es fácil, con tan solo pedirlo. —Lo miró fijamente y después tomó un videojuego observándolo. —En cambio yo... —Habló con algo de tristeza.

—Bien, bien. —Jin quiso dejar atrás ese incómodo momento. —Necesitas una máscara Jimin...

—¿Tienen de perritos? —El trío de chicos los observó de manera extraña. —Que diga... de un demonio.

—Lamento decirte que solo tengo esto —Jin le mostró una media. —Tómalo o déjalo.

—No me humillaré usando eso.

—Entonces déjalo. —YoonGi alzó sus hombros con poco interés. —Pero no vienes con nosotros.

—¡NONONO, ENTONCES LO TOMO! —Le arrebató la media a Jin y este sonrió, Taehyung seguía pensando que es una muy mala idea.

El tiempo pasó y finalmente los chicos planearon el robo.

—¿ROBAREMOS COMIDA CHATARRA? ¡Espero que no hablen enserio! —Cuestionó Jimin.

—¡Uy disculpa! Siento que no vayamos a robar a una tienda supreme. —Habló YoonGi sarcástico. —Ponte tu media en la cabeza y calla.

—Aish. —Jimin se puso la media en la cabeza, Taehyung le había hecho un par de hoyos para que le sea posible mirar.

—Pareces un tamal mal hecho. —Se burló Jin y Jimin frunció el ceño.

—Recuerda Jimin, en cuanto tomemos las cosas saldrás corriendo junto a mi y nos iremos en la bicicleta, Taehyung y Jin harán lo mismo con la suya.

—¡Hey! ¿Por qué tendré que ir contigo?

—Porque no se te ocurrió decirme que tenías bicicleta ¿Qué querías? ¿Que nos fuéramos en mi motocicleta último modelo o en un Ferrari? ¡Anda ya! No tenemos tiempo niño. —Jimin asintió no muy convencido.