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—¡Las manos donde pueda verlas!—.

Su mano derecha sosteniendo el mango de aquella arma corta Thunder 45. Mientras que rápidamente con su mano desocupada metía el dinero de la caja registradora en la mochila negra adornada con un pequeño llavero de zorro.

Los sollozos de las personas dentro de la farmacia inundaban sus oídos y comenzaba a volverse estresante para ella.

—¡Te vuelves a mover y te vuelo la maldita cabeza!— Avisó con un tono de voz alta cuando la persona que atendía dio varios pasos para atrás.

Estaba nerviosa aunque esta no fuera la primera vez que asaltaba una tienda, posiblemente sería porque había mucha gente en ese lugar y tenía que vigilar los movimientos de cada una. Pero a pesar de eso, todo estaba saliendo perfecto, la caja registradora se veía cada vez más vacía y el interior de aquella mochila más lleno. Aunque no siempre las cosas salen como uno quiere.

—¡Manos arriba esto es un asalto!— Una voz masculina choco contra las paredes provocando que sus palabras tomaran camino a los oídos de la pelinaranja y estos quedarán en shock al igual que su cerebro.

Cuando captó lo que estaba sucediendo giró su rostro dejando que su campo visual se topará con una silueta, este chico llevaba una máscara de conejo en su rostro y al igual que ella, portaba una Thunder 45 en sus manos. Se veía terrorífico, pues de algún modo aquella máscara le daba un toque de suspenso al asunto. La mente de la chica debatió por unos segundos en cual disfraz era mejor; si él y su máscara de conejo o ella con su máscara de zorro. Entonces tontamente rió.

—Lo siento, pero este lugar ya esta siendo asaltado..—.

Cuando sus palabras acabaron terminó de vaciar todo el dinero a la mochila, cerró esta y la colgó en su espalda. Tenía intenciones de salir de ahí pero nuevamente la voz del chico la detuvo.

—Dame tu maldita mochila—.

—No creo que eso suceda, deberás decir tres veces "Zorro no te lo lleves" para que pueda dártela— Rió como si hubiera contado el mejor chiste de todos.

—¿Y si mejor canto "Mochila, mochila"? Así esta me dará lo que quiero de inmediato— El tono con el que él hablaba era burlesco.

—Mejor hablale a mapa para que te guíe hasta la puta que te parió— Dijo esta vez un poco más irritada.

Ágilmente corrió pasando por alto al chico y a todas las personas dentro del lugar, abrió la puerta estando a punto de salir pero una mano tomo su brazo haciendo que su cuerpo se regresará por completo. Se quejó.

—¿¡Qué demonios te sucede!?—.

—Necesito ese dinero— Declaró.

—Yo también, así que adiós—.

—Te estoy diciendo que me des el maldito dine-..— Sus palabras fueron interrumpidas por el ruido de las sirenas.

Ese sonido había alborotado los nervios de la pelinaranja y seguramente al castaño también pues los dos salieron corriendo del lugar cuando las escucharon acercarse más y más.

[...]

YoungMi corrió hasta donde sus piernas y su actividad física se lo permitieron, el chico venía detrás suyo al igual que se detuvo en el mismo callejón que ella. Su respiración estaba hecha un asco, tal como aquel cabello naranja. Bueno, no era la única, el chico conejo también tenía uno que otro pelo fuera de su lugar.

Y justo cuando sus pulmones tenían suficiente oxígeno como para regularizar su respiración un metal frío se poso en su nuca y el recargar de una Thunder 45 se apodero de su sentido auditivo. Un escalofrío se paseo por su columna vertebral, tragó saliva.

◟delinquents◞ ⁽ JK ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora