◟delinquents◞ ⁽ JK ⁾

II

Jungkook no estaba preparado para encontrarse con un zorro husmeando con su presa.

Todo fue tan inesperado para él, por más que haya pensado cada situación que pudiera pasar, aquello no estaba en sus planes.

–¿Sabes algo sobre aquella chica? ¿Eres su cómplice? ¿Dónde vive?–.

El oficial no dejaba de hablar y eso a Jungkook le estaba irritando tanto que podría estallar.

–¡MIERDA GUARDA SILENCIO! YA TE DIJE QUE NO SÉ NADA SOBRE ELLA... Joder, ella intento matarme eso es todo, yo no tengo porque estar aquí, no robe nada ni dañe a nadie, déjeme ir maldita sea..– Declaró el castaño con un tono irritado.

Las mentiras no eran malas de vez en cuando.

Claro que Jungkook se merecía estar ahí, había amenazado con robar apuntando con un arma y al parecer eso a los policías les molestaba.
Pero para él hubiera sido mejor que esa chica no se haya encontrado ahí, así por lo menos tendría una buena razón para estar aquí. Desde que entro a aquella farmacia todo se había vuelto tan nuevo para él.

Su necesidad de tener el dinero consigo realmente era grande, pero aún así ayudo a la pelinaranja con su escape. ¿Por qué? Bueno, sabía que si ella hubiera sido capturada estaría vario tiempo en la penal y eso para el castaño era como un infierno total. Siempre fue un delincuente que no dejaba rastros, tan escabullido que nadie conocía su identidad. Hasta hoy.

–Guarde silencio, por favor– Dijo el oficial con un tono serio. –¿Esta seguro que no sabe nada sobre ella?–.

–No, no sé nada sobre aquella chica, solo sé que tiene el cabello teñido de naranja y punto. ¿Ahora puedo irme?– Hablo Jungkook mirando con odio al oficial.

Este le regalo una risa sarcástica, algo que el castaño tomó como un grandísimo "NO".

–Por supuesto que no puede irse, usted amenazó con asaltar, portaba consigo un arma de fuego, golpeó a los oficiales ayudando a escapar a la chica con el dinero, su condena sera de 4 meses en la celda– Aclaró el policía con un tono tranquilo.

A Jungkook le estaba ardiendo la sangre, no podía creer que por culpa de una niñata deba de estar 4 meses en la cárcel. A él le parecía tan injusto. No era su meta llegar aquí.

–¿Y si alguien paga mi condena?–.

–Solo así podrá irse..–.

–¿Me deja marcar a alguien?–.

–Bien, tome el teléfono aún lado de la ventana, estoy vigilándolo.. –.

Los pies del castaño caminaron hasta el teléfono colgado de la pared. No llamaría a sus padres pues estos estaban muertos así que llamaría a su más confiable opción, su mejor amigo, Park Jimin.

Jimin se había convertido en su más preciado amigo desde que se adentro al mundo de la delincuencia, se encontraron en un bar. Fue Jimin el primero en acercarse, le ofreció algo de droga pero Jungkook la rechazo pues a este le desagradaba el olor, solo solía tomar alcohol. Al día siguiente se volvieron a encontrar y volvieron a hablar, al otro día también y no fue hasta el cuarto día que un hombre se comenzó a pelear con Jimin, Jungkook se acercó a ayudarle, ellos dos contra la pandilla de matones que se acercaron. Se apoyaron hasta que ganaron la pelea, los dos estaban terriblemente golpeados, Jimin le agradeció y lo invito a su departamento en donde curaron sus heridas y al final terminaron hablando de temas sin fin. Desde ese día se volvieron muy cercanos, los dos estaban metidos en el mundo de la delincuencia, Jimin no solía robar como lo hacía Jungkook, él estaba más metido en la venta y transporte de droga. Ellos se entendían a la perfección, eran los mejores amigos, se apoyaban entre sí cada que uno necesitaba del otro.