El diario de Andrea

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Abril 7

Pasear con Michael, fue mejor de lo que esperaba; fuimos a ver una película y al parque de diversiones. Al salir de estos fuimos a comer unas deliciosas, celestiales, preciosas y sabrosas patatas. ¡Eso fue vida! No siento por Michael lo mismo que por Anna tal vez por el hecho de que sean de sexos diferentes.
Imagina esto, yo con dieciséis años, y fue mi único y gran amor. En cierto modo es algo triste, aunque, tal vez, sólo tal vez, un día cuando vayamos a la Universidad o tengamos trabajo nos encontremos de nuevo. De alguna manera lo deseo. El invierno pasado, alguien había llevado al Instituto un ejemplar de la revista Playboy, tenía una historia sobre una chica que se acostó por primera vez con otra, y lo único que se me vino a la mente fue Anna. Ni siquiera puedo imaginarme teniendo una relación sexual con alguien pero con Anna es diferente. Juro morir virgen con ochenta gatos si no estoy con Anna, no podría soportar que alguien más me toque, aunque la verdad no estoy segura de si dejaría que ella lo hiciera. Tal vez cuando crezca más será diferente, mi madre me ha contado que ha medida que una chica crece, las hormonas invaden nuestro sistema aumentado los deseos sexuales. Supongo que mi desarrollo es lento.
Varias veces he escuchado historias salvajes sobre algunas chicas, pero yo no soy como ellas, yo soy yo y, además, eso del sexo me parece algo tan extraño, tan innecesario...
En ocasiones pienso en nuestro profesor de Artes enseñándonos danza y expresiones, diciendo que así nuestros cuerpos serán fuertes y sanos para la edad en la que seamos madres. Luego dice que todo será gracioso, gracioso, gracioso. No se como la idea de llevar un bebé o tener sexo sea algo gracioso o hilarante. Debo irme.

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Ok, empezaré a actualizar un poco más seguido, escribir este diario me llena de alegría porque siento que soy otra persona y me encanta que ustedes vean eso....

Besos y abrazos de chocolate 💕