Rastros.

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Cada día más delgada, seguí levantandome para ir al colegio.

Llegaba el día lunes, estaba sola en mi casa, me vestía, tomaba desayuno y buscaba mis llaves para salir.

Las puse en el cerrojo de la puerta, pero no pude salir.

Que mierda ? estuve mas de media hora tratando de salir. Luego de una hora, me arrepentí de no haber ido.

Me quede acostada mirando el techo de mi comedor.

Llegaron las 5 de la tarde, sin hambre y sin nada, salí. Me propuse ir a mi casa antigua, haber si podía superar varias cosas inconclusas.

Demoré unos 20 minutos en llegar , hasta que la ví de frente. Se veía mas grande de lo normal, tenía un verde pasto y le habían puesto covertizo. Estaba bonita, como nunca lo estuvo.

No pude estar mas de 5 minutos allí.

Caminé de vuelta, preguntándome , por qué esa casa lucía tan bien, por dentro y por fuera, en cambio mi familia, la que vivío por mucho tiempo ahí, no lo estaba.

Casi llorando, cruzé la calle. Pero algo llamó mi atención mientras cruzaba. Algo en mi mente , me hizo preguntarme , qué seria si me atropellaran. Nada- me dije. Y en cuestión de segundo, sentí la bocina , y corrí al bandejón.

Mierda, otra vez.

Todavía no puedo entender esta maldita sensación de triseza que me ha estado invadiendo desde hace unos meses.

No quiero estar así, no quiero estar triste por el pasado, y por lo que no pasó.

Quiero regresar , e irme otra vez. De nuevo lo digo, no pertenezco aquí.

Ceese&Seekle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora