Capítulo 1 Un Mal Presentimiento

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Todo se encontraba listo, hoy es el día más importante de sus vidas, el día en el que que caminarán hacía el altar y darán el si frente a sus seres más queridos, aquellos que apoyaron su relación incluso antes de siquiera saber ellos que eran el uno para el otro.

Kyoko se encontraba totalmente nerviosa, caminaba de un lado otro dentro de la pequeña habitación, luciendo un hermoso vestido de novia blanco, corte princesa, sus hombros descubiertos y cuyos brazo se encontraban cubiertos con mangas largas de encaje al igual que su torso ceñido al cuerpo remarcando su diminuta cintura, y cubierto (a petición expresa de Lory Takarada) con pequeñas incrustaciones de diamantes, para finalmente caer de manera amplia hasta cubrir sus bellas zapatillas de tacón blancas.

Acentuado con su hermosa melena naranja, adicionada con extensiones que lo hacían lucir más largo y abundante, acomodado en un hermoso tocado que lo hacia caer con caireles hacía el lado derecho de su cuerpo.

Por supuesto no podría faltar, la sencilla pero hermosa tiara con pequeños diamantes, sosteniendo su delicado velo a la parte superior de su cabeza; todo en conjunto con su rostro sencillamente maquillado cortesía de Jelly Woods, haciéndola lucir como una auténtica princesa, igual a las que siempre admiro en los cuentos de hadas que leyó desde pequeña.

Hoy por fin era el día, el día que por fin se uniría a su amado Príncipe de las Hadas, su amado Corn.

¡No lo podía creer!, hoy era esa fecha tan esperada y aún no podía explicarse como era que su amor fuese correspondido por ese ser que ella siempre consideró tan perfecto e inalcanzable.

Se encontraba inmensamente feliz a la par de nerviosa, era como un extraño presentimiento, algo en su pecho que le decía que algo no andaba bien, esa extraña opresión que no desaparecía y ella sólo trataba de atribuirselo a los nervios.

Quería salir en esos momentos, revisar uno por uno los arreglos florales, cada decoración que se encontraba en ese bello lugar, ese en el que hace 12 años, sin saberlo, conoció al que sería el amor de su vida, porque si, la boda seria realizada en Kyoto, cerca de ese precioso claro en el bosque, al que solía acudir en sus días de infancia para esconder sus tristezas, aquel lugar donde conoció a Corn, o Kuon, que para el caso era el mismo.

Ella lo sabía, él le había confesado toda la verdad el mismo día en que le propuso matrimonio, argumentando que para dar siguiente paso en definitiva no deberían existir más secretos entre ambos.

Y para la sorpresa y alivio del actor, ella no lo tomo tan mal como lo esperaba, su corazón tan inocente y bondadoso simplemente no le había permitido molestarse con la persona que más amaba y admiraba, aquella que sin proponérselo, estuvo allí cuando sentía que esa fuerza y determinación abandonaba su cuerpo.

Siempre fueron el sosten emocional del otro sin siquiera darse por enterados, era como si el destino hubiese conspirado para verlos unidos, como si sólo ellos pudieran aliviar el dolor del otro con su sola existencia.

¡Definitivamente el destino!.

¿Cómo podría odiarlo? Creía imposible que alguna vez algo semejante pudiese llegar a ocurrir.

El siempre había estado allí para ella, y en definitiva este día no podría ser la excepción.

Aún así no dejaba de dar vueltas en aquella habitación, girando el anillo de compromiso en su dedo anular izquierdo.

Bufaba exasperada, necesitaba aire, que el tiempo fuera más rápido, y aliviar esa opresión persistente en su pecho que junto al lugar tan pequeño en el que se encontraba, le comenzaba a dar problemas para respirar.

La puerta fue abierta derrepente, sacandola de sus pensamientos y dando paso a su mejor amiga.

¡Por fin!, ¡Alguien con quien distraerse de ese nerviosismo que la estaba quemando por dentro!.

Simplemente el DestinoWhere stories live. Discover now