Soy una cucaracha y te amo

Primera y Única parte

Era la madrugada, y yo sigilosamente entré por la ventana, a visitar a una de las criaturas más bellas que he visto en mi corta vida.

Carlos. Él estaba relajado, mirando una serie que comenzó desde que se mudó aquí. Jane, The Virgin. Ni se había percatado de mi presencia. Y como hacerlo de un insignificante bicho.

Me moví rápido hacía el techo, para tener un mejor panorama de él. Joder, ¿no podía ser más perfecto?

Sospeché que iba a mirar hacia arriba. Así que me escondí detrás del abanico de techo.

Seguro era una vista digna de ver. Pero en cuanto me mirará, querría matarme. Porque no soy más que una plaga.

Esperé unos minutos, y escuché ronquidos. Carlos ya se había dormido. Y comprobé que sí, se miraba realmente hermoso. Si fuera una humana, ya me hubiera lanzado sobre él.

Salí por la ventana volando, tenía cosas que hacer.

Carla estaba realmente enamorada, obsesionada, aunque sabía que jamás serían algo, sentía que, valdría la pena amarle lo que restaba de su vida. Todas las noches iba con el castaño, una semana entera basta para sentir que ese ser que ni de su especie era; era el amor de su vida. Él nunca se percató de su presencia, Carla era buena escondiéndose, y Carlos era muy estudioso.

Un día en particular, mientras Carla esperaba impaciente a su amado, se dio cuenta de que no llegaba. Y la angustia comenzó a invadirla.

¿Dónde estará? ¿Seguirá vivo?

No pasó mucho tiempo después de que Carla pensará eso entre la oscuridad. De repente se prendió la luz. La cucaracha corrió al techo, a la esquina más concurrida de la habitación.

Era el humano Carlos, y una humana de la cual Carla no tenía ni idea de quien se trataba. Ambos se pegaron a la pared, y la chica hacía ruidos extraños. Se besaban intensamente. Eran efímeros los momentos en los cuales se separaban.

Carla se sentía muy incómoda, era horrible contemplar como su humano preferido estaba a punto de "procrear" con la otra.

La mujer de grandes piernas, con ojos grandes, y cabello para acariciar.

Así que decidió volar. Y la humana gritó asustada. La intención de Carla no era realmente dividirlos, sólo quería irse de aquel lugar.

—¡Mátalo! —chilló la chica.

Y Carlos hizo algo que le partió el corazón a Carla. Intentó matarla con su zapato.

Carla alcanzó a huir. Seguido de eso él cerró la ventana.

— ¿En que estábamos? —Sonrió maliciosamente.

—Carlos, ya se me bajó. Búscame cuando limpies tu cuarto. Me dio tanto asco que, ay no. Sólo me pica la piel de pensar en; sabes que, bye.

El muchachito suspiró decepcionado.

Por el lado de Carla, no había vuelto donde Carlos hace días, para ser precisos 3 días, que para ella parecían 3 años.

Así que fue esa tarde a visitarlo. Importándole poco lo que había sucedido la última vez. Carlos estaba haciendo nada, sólo pensaba. Y ella lo observaba desde su ventana abierta.

"Me gusta contemplarte cuando estás ahí,
simplemente respirando,
distraído por la vida,
haciendo nada,
porque eres tú."

Ella suspiró (si es que las cucarachas pueden hacerlo).
Ella no podía dejar de mirarle. Es que era tan cómodo de verle.

Dieron las ocho, y la ella entró finalmente a la recámara. Carlos ya se reposaba en la cama, apuntó de quedar dormido.

Carla se acercó cada vez más a él, sabiendo lo peligroso que era. Jamás había tenido su rostro tan de cerca. Sin duda era mil veces más precioso. Su rostro perfilado, y sus labios rosas brillaban bajo la luz de la luna.

Se acercó lentamente a él. Y sin estar segura de si Carlos dormía o no le susurró.

—Soy una cucaracha y te amo.

Para la mala suerte de Carla, su emoción la hizo olvidar lo cerca que se había puesto.

Ni tiempo tuvo de suplicar. Él sintió el roce, se asustó, y le pegó a Carla un manotazo. El cual, fue su muerte.

Moraleja: Si alguien no es para ti, y lo sabes bien, aléjate, evitate el salir lastimado. Y mucho menos si ni siquiera son de la misma especie.
Pero en serio. No amen lo que no puede ser amado. Porque esa persona no les dará tiempo para suplicar, y ¡PUM! Los matará, o romperá el corazón. No importa, es casi lo mismo.