My wolf

Los Milagros parte 2

Arata y Eiji sonrieron al ver la foto, pero alguien los observaba y no estaba muy contento...

-Estas loco Osamu!? Cómo que reducir su alimentación!?- reclamo enfadado Eiji

-El ritual está cerca, no queremos que tengan tanta grasa- respondió el mayor

-No vamos a hacer eso!- se opuso Arata

-EL QUE DA LAS ORDENES SOY YO!- grito y con eso finalizó la discusión

Al día siguiente, Eiji y Arata fueron con los niños, pero vieron que los había puesto a hacer ejercicios de fuerza y de flexibilidad

-Auch!- se quejó Midorima cuando una mujer estiró demasiado fuerte sus piernas

-Ya no quiero!- se quejó Aomine mientras un hombre le estaba dando unas pesas

-Que está pasando aquí!?- preguntó Arata molesto

-El señor Osuma nos pidió que ejercitaramos a los niños hasta la hora de la comida- explicó una mujer que estaba estirando a Kise

-Pero estos no son ejercicios para niños!- le reclamo Eiji

-Eiji-san, Arata-san, cuando podremos descansar?- preguntó Kuroko mientras intentaba recuperar el aliento

-Pronto, solo aguanta un poco más- respondió Arata y le dió un beso en la frente

Ambos salieron de la habitación después de darle una última mirada a los niños

-Arata, tenemos que hacer algo, si bien, Akashi y Kise volverán con sus padres al finalizar esto, que crees que pase con el resto?- preguntó Eiji preocupado

-Es cierto Osuma se está pasando, estoy seguro que una vez que esto acaba no dudará en hacerlos sufrir con sus desquiciados experimentos- comento Arata haciendo una mueca de preocupación

-Tengo una idea...llamaré a alguien y acabaremos con todo esto- respondió Eiji
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-Por aquí...están cerca- susurró Hanamiya mientras se escabullia con su grupo y Kagami en busca de los invasores

-Ahí están...- señaló Kagami al verlos reunidos

Los hombres reían y bromeaban alrededor de una fogata, hasta que uno se puso de pie y se alejó del grupo

-Ahora! Es nuestra oportunidad!- exclamó Kagami
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El día finalmente había llegado, los niños habían sido llevados al bosque, y contemplaron una enorme puerta de color blanco con joyas de diferentes colores y siluetas de manos cerca de cada una de las joyas

-Que vamos a hacer?- preguntó Kise con cierto temor en su voz

-Escuchen niños, ahora mismo, van a tener que confiar en Arata y en mi, entendido?- les preguntó Eiji

Los pequeños niños asintieron y caminaron hacia la puerta

-Están aquí...- murmuró Eiji

-Como pasamos al resto de guardias?- le preguntó mirando alrededor, viendo a todos los guardias

-Lo haremos como sea, lo principal son los niños- respondió y el otro asintió