La tercera generación, los hijos de nuestros personajes favoritos, han ingresado al mundo de las redes sociales.
¡Conozcamos a los descendientes!
¡Los hijos de los héroes!
¡Veamos sus vidas! ¡Pero yaaaa!...
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-¡Black!- llamé a Samuel, que estaba hablando con algunos chicos de nuestra casa.
-Capi, ¿qué hay?- preguntó sonriendo como idiota, bufé y pasé una mano por mi rostro, frustrado.
-¿Sabes qué hora es?- abrió los ojos como platos, para luego tomar su celular y mirar la hora.
-James, te juro que no me di cuenta, yo...
-Nada.- lo interrumpí.- En cinco minutos te quiero en el campo, con el uniforme y entrando en calor.- asintió y salió corriendo hacia los vestidores.
-No seas tan duro con él, Potter, tiene su corazoncito roto.- dijo Becca McLaggen.
-Le dije que lo quería concentrado.- suspiré.
-Pues concentrate tú también, deja de mirar a Emma que si no ganan el partido, pierdes la cita.- me aconsejó Paul Jordan.
-Adios.- sonreí.- Tengo un juego que ganar.- los chicos rieron, y yo salí corriendo en dirección al campo de quidditch.
Cuándo llegué hacia mi equipo, Sam ya estaba haciendo ejercicios de calentamiento. Lilu estaba haciendo sus cábalas de concentración. Fred estiraba sus piernas, mientras Dom y Lorcan estiraban los brazos. Lyssander estaba moviendo su bate agilmente de un lado a otro, preparándose para dar su mejor defensa.
Ese era mi equipo, el mejor he de decir.
Yo era el capitán, jugaba de cazador al igual que Samuel y Dominique, Fred y Lyssander eran nuestros golpeadores, Lorcan el guardián y Lilu era la mejor buscadora que Howgarts ha visto desde el egreso de mi padre.
No se que tenía Lily, pero parecía que la Snitch era atraída por sus manos. El único momento que eso estaba en juego era cuando enfrentabamos a Slytherin. Albus era el buscador, y era muy bueno.
Hufflepuff ingresó al campo, con Zach Smith a la cabeza. Este partido era pan comido. La quaffle es mía, y los puntos también.
Tras unos minutos, comenzó el partido.
Con tan solo empezar, Matt Fleet se adueñó de la quaffle, pero nuestro guardián le bloqueó la posibilidad de cualquier punto. Sam aprovechó lo poco concentrado que estaba el guardián del equipo contrario e hizo pasar la bola por uno de los aros.
La quaffle pasó a Smith, pero luego yo anoté otros diez puntos.
Dominique pasó a toda velocidad al lado mío, al mismo tiempo que Lys impedía que una de las bludgers le llegara de golpe.
