Mori Momoe

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Lo prometido es deuda como se dijo en el capítulo anterior aquí la continuación

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"Vamos Momoe-chan, que el bus nos va a dejar"

"Vamos, vamos, no te quedes atrás Momoe-chan"

"Ya voy, espérenme" Y las dos niñas se detuvieron casi de inmediato, y no se movieron hasta que Momoe estuvo a su lado. "Gracias por esperarme" dijo casi in aire

"Está bien, vamos" dijo una de las niñas

Así, salían un grupo de niñas de una escuela en la ciudad de Tokio, eran las últimas en salir y un muy enfurecido conductor no dejaba de tocar la bocina. La vida transcurría de forma normal para Momoe, iba a la escuela, salía con su familia, sus amigas la visitaban en su casa, tomaba clases de baile, actividades normales de una niña de 11 años. La familia Mori vivía en un departamento ubicado en un 7mo piso que durante la semana estaba casi vacío, ambos padres de Momoe trabajaban y era común que no los encuentre al llegar de su escuela. Todo el camino a casa Momoe no podía dejar de pensar toda la tarea que tenía que hacer para el día siguiente. No prestaba atención a lo que sus compañeras conversaban, estas últimas semanas fueron así, suerte para ella que su parada era la primera.

"Buenas Tardes, Mori-san"

"Buenas Tardes" Momoe respondía al guardia del primer piso del edificio

"¿Le fue bien en la escuela hoy?"

"Si, todo bien, ya voy a subir, hasta luego" se despidió

Como era costumbre para ella, al entrar al departamento dejaba sus zapatos en la entrada, alimentaba una pecera que tenían en la sala, preparaba un refrigerio rápido y comenzaba a hacer sus tareas, era un día normal para ella.

Mientras hacía sus deberes, su celular sonó

"¿Momoe-chan?" sonó una voz de una niña por la bocina

"¿Sí?" respondió Momoe

"¡No olvides que mañana es el día deportivo inter-escolar! Tenemos que llevar coletas azules"

"¡Si, gracias por hacerme acordar!" Colgó el celular

Lo había olvidado por completo, mañana tenía que competir en carrera de relevos. – No soy tan rápida – se repetía, no tenía idea de por que había sido elegida. Después de terminar sus deberes empezó a buscar cinta azul para el día siguiente, no encontró nada en sus cosas, fue a buscar al dormitorio de sus padres, después de buscar el último de los cajones y no encontrar nada, se sentó resignada al borde de la cama. – Ojalá alguien mañana lleve dos cintas – pensó, ya eran las 9 de la noche, otra vez iba a tener que cenar sola. Antes de salir del cuarto de sus padres llego a notar unos papeles cerca de uno de los computadores, estaban dirigidas a su padre, de parte de su abuelo. - ¿¡Tengo un abuelo!? – se asombró, su padre nunca le había hablado de su abuelo por lo que ella suponía que ya había fallecido. La curiosidad que tenía por saber fue más fuerte que ella y se llevo la carta a su habitación, cuando cerró la puerta y se disponía a leerla, escuchó la puerta principal abrirse.

"Momoe, ya llegué" llamó su madre "¿Aún no has cenado?"

"Ya estaba por cenar" responde Momoe, guardando la carta en su mochila "Estaba terminando mi tarea" cerró la mochila y salió apresuradamente de la habitación.

"Mamá ¿Dónde viven mis abuelos?" preguntó Momoe

"¿Cómo que donde viven? Los vamos a ver cada mes a Yokohama" responde su madre

Sakura Gakuin School of Witchcraft and WizardryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora