¿Amor o confusión? - NamMin

Único Capítulo

Tomó una gran bocanada de aire y silenciosamente se dió ánimos asi mísmo; estaba nervioso pero mentalmente listo.
Llegó a la puerta del Rkive y sin permiso alguno, Jimin, con un café entre manos, entró al estudio de su líder. Namjoon lo vió sorprendido por su repentina llegada, pero en ningún momento le negó el paso

—Jimin, ¿qué haces aquí?

—Queria traerle un café, hyung, es su favorito

Namjoon se sentía algo frustrado por su presencia y aunque le encantaba que Jimin le hiciera compañía, seguía molesto con el. Si el lindo maknae seguía allí estaba seguro de que no aguantaría las ganas de volver a besarlo; y era aun más difícil teniendo en cuenta que apenas lo estaba superando

Exasperado, volteó su silla para poder mirarlo directamente con la intensión de reprocharle su presencia no desea en su estudio —Te he dicho que no queria verte hasta que tengas una respuesta, no vuelvas esto más difícil para mi, ¿esta bien?— La situación no podía ir a peor para Jimin, Namjoon ahora nisiquiera quería verlo

—Pero hyung yo...

—¿Esta bien?— repitió, intentado que su voz sonase autoritaria y no dolida

—Esta bien— El lindo chico salío del estudio, no sin antes dejar el café en el escritório de su Hyung

Cuando Namjoon escuchó la puerta cerrarse, suspiró y agarró la taza de café para examinarla.
Era su café favorito, el que solo el su Minnie sabía hacer. El amaba ese café... casi tanto como lo amaba a él.

Al llegar a su cuarto, Jimin se arrogó a su cama boca abajo cubriendo su rostro con su almohada, y gritando de frustración.
Le dolía que su hyung lo tratase de esa forma, solo por que no tenía una respuesta concreta. Aún se sentía inseguro sobre lo que debía responder. Pero ¿por qué?

Ya habían pasado unas semanas de esa repentina declaración por parte de Namjoon y el seguía indeciso para responder, pero no esperaba que su inseguridad y duda provocará que su Hyung lo ignorara como lo estába haciéndo. El no quería estar sin sus abrazos y besos; no quería dejar de ver sus hermosos hoyuelos; no quería dejar de escuchar su voz. A pesar de todo, Jimin no quería perderlo.

Semanas atrás

Jimin había empezado su día como todos, se duchó, vistió y bajó a desayunar. Era día libre y su único plan era jugar videojuegos todo el día. Ninguno de sus compañeros parecía estar en casa y eso hacía de su mañana aún más perfecta.

Se sentó en el sofá de la sala de estár y se pusó cómodo para comenzar a jugar. Cuando estába a punto de empezar, el sonido de unos pasos llamaron su atención e inevitablemente miró a la persona que los provocaba

—Hey Jimin

—Hola Nam hyung. Pensé que no había nadie en casa, Jin hyung iba a salir hoy y creí que todos irían con el— dijó, restándole importancia al tema —Podriamos jugar videojuegos hasta que los demás vuelvan, puede sentarse a mi lado si quiere— Jimin le sonrió con naturalidad a la espera de que su hyung aceptara y se sentara a su lado en el sofá

Namjoon sentía morir de la ternura con el chico que estaba sentado en el sofá, quería acercarse a el solo para llenarlo de besos y abrazos. El provocaba que su corazón latiera con fuerza, que el aire dificultosamente llegara a sus pulmones, que sus manos sudarán y que sus piernas temblaran de los nervios. Se sentía muy cohibido frente a aquel chico.

Jimin no había notado como su líder jugaba con sus manos nervioso y tampoco notó el ligero sonrojo de sus mejillas

—Yo... debo decirte algo Jiminnie. Es importante asi que debes escucharme, ¡por favor!