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Por lo que sabía, una nueva familia se mudaría a lado de mi casa. Me pude dar cuenta de ello cuando salí de mi casa a pasear a Lennon, mi perro labrador dorado.

Observé que había un par de camiones de mudanza y una camioneta con la cajuela abierta que se encontraba llena de cajas. Justo en el momento que me percaté de las cajas, una niña que parecía tener unos doce años salió de la casa.

-Hola, ¿de dónde vienen?- le pregunté, sin poder contener la curiosidad.

-De Toronto- me contestó ella sin prestarme mucha atención, ya que estaba concentrada en Lennon, dándole caricias en la cabeza.

-¿De tan lejos?-le pregunté sorprendida.

-Si, bueno, tuvimos que mudarnos aquí debido a mi hermano. ¿Cómo te llamas?-me preguntó.

-Carolina.¿Y tú?- le repliqué, sin preguntarle sobre su hermano, ya que pensé que sería muy entrometido.

-Aaliyah Mendes. ¿Vives a lado?-preguntó apuntando a mi casa y yo asentí.

-Si, he vivido en este vecindario desde hace varios años. Me encantaría seguir platicando pero ya me tengo que ir-señalé a Lennon-. Seguiré con su paseo, si no se pondrá como loco. Adiós, Aaliyah.

Aaliyah asintió sonriendo y se dio la vuelta para entrar a su casa justo cuando un chico salió de la casa. Tal vez era su hermano, supuse. Me acerqué un poco mas para poder verlo mejor y quizá calcular cuantos años tendría, porque... Wow.

Eso fue lo primero que pensé cuando lo ví. Wow. Sé que ese pensamiento es algo cliché pero que los cochis vuelen si no era cierto. El chico tenía el cabello castaño claro, al igual que sus ojos. Desde la distancia en la que estaba, pude percibir que sus labios eran gruesos y lindos. Él irradiaba ternura pero al mismo tiempo era...sexy. También noté que era muy alto y que no era para nada un palo aunque tampoco una roca gigante por sobrepasarse de horas en el gimnasio.

También tenía un buen trasero. Un trasero de Adonis.

Antes de que pudiera verme bien o que habláramos, sentí un jalón en la mano y si no fuera porque estaba acostumbrada a esos jaloneos de Lennon, me hubiera caído de bruces al suelo.

Corrí un poco para adaptarme al ritmo de Lennon y después lo regañé para que se parara, lo cual hizo luego de haberlo jaloneado unas cuentas veces de la correa.

Giré mi cabeza para ver a cuanta distancia había entre la casa de los nuevos vecinos de donde yo estaba. Suspiré y bajé los hombros al ver que me había quedado muy lejos. Si no hubiera sido por Lennon muy probablemente ahora estuviera hablando con aquel chico. Al principio maldije mentalmente a mi perro loco por haber corrido y alejado de él pero después capté que fue mejor así porque sino él me hubiera visto en las fachas que traía puesta.

Mis pantalones grises aguados, camiseta de The Beatles desgastada de tanto usarla y mi chongo aguado y despeinado no era precisamente ropa decente.

Después de dar unas cuantas vueltas, decidí regresar. Pasé por enfrente de la casa y ví que los camiones de mudanza ya no estaban y el carro seguía abierto pero ahora con una mujer tomando una caja.

Le sonreí, suponiendo que era la madre de ellos, y ella me regresó la sonrisa.

Entré a mi casa, llevando a mi perro conmigo para servirle un tazón de agua. Cuando terminé, subí a mi habitación y puse música a todo volumen, que era un lujo que podía hacer cuando no había nadie en mi casa, como en ese momento.

Puse mi playlist favorita, así sonando la primera canción, Can We Dance de The Vamps y no pude evitar ponerme a bailar y cantar.

I talk a lot of shit when I'm drinking baby!

Tomé el cepillo como si fuera mi micrófono, me tiré a piso y seguí cantando.

I'm known to go a little to fast! Don't mind all my friends, I know they are all crazy but they are the only friends that I have...

La canción terminó y me incliné hacia adelante y agradecí a mi público imaginario. Fue entonces cuando escuché una risa.

Abrí los ojos como platos y busqué de donde provenía aquella risa.

-¿Quién es?- pregunté con recelo y asustada.

-Soy tu público del gran show que acabas de presentar-dijo una voz que se podía percibir que la persona se estaba conteniendo la risa.

Seguí buscando con la cabeza para ver quien era el dueño de la voz.

-Aquí, estoy aquí- Fue entonces cuando ví que era justamente el nuevo vecino el que había hablado.

Estaba recargado en la ventana del cuarto que quedaba enfrente del mío, que hace no mucho había estado vacío, y me observaba con una mirada que expresaba diversión.

Vaya que yo si sabía como dar primeras impresiones, fue lo que pensé mientras me ponía roja de la vergüenza, daba un grito y me apresuraba a cerrar la ventana.

Holoooo, no se si alguien de verdad lo ha leido pero si alguien si lo hizo espero que les haya gustado. Puede que esté algo aburrido, pero a penas va empezando asi que mas adelante hare esto mas interesante. Y pueees ya no se que deciir asi que me despidoo, adioos!

P.d.Si de verdad hay alguien por ahi que lo ha leido, por favor comentee y me diga que les parecio :) de verdad me interesaa sus opiniones !

Life Of The PartyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora