Todos tienen por lo menos una cosa que aborrecen con todo su corazón. En mi caso, eran tantas que tuve que hacer una lista con todas las cosas que odio. Entre ellas, estaba levantarme temprano (vaya sorpresa) pero desgraciadamente era algo que tenía que hacer casi a diario. Lo bueno era que hoy era domingo y mi cuerpo lo sabía.
Calculaba que eran las 8:00 A.M. y debido a que ya me había acostumbrado a despertarme temprano, para ese entonces ya me encontraba despierta. Aunque claro, despertarse y levantarse son cosas distintas. Por eso mismo, a pesar de que mi cerebro ya estuviera despierto, mi cuerpo estaba aún dormido y felizmente acurrucado entre las mantas.
Entonces, considerando que levantarme a tempranas horas del día se hallaba en mi lista negra, uno podría imaginarse que mi ira sería un tanto espeluznante al tratar de levantarme de mi cama en mi único día libre para dormir.
-¡Escuincle!- escuché que una voz gritaba. Al principio la ignoré porque creí que probablemente era mi imaginación, ya que nadie se atrevía a levantarme temprano en domingo.
Cuando sentí que me sacudían fue el momento en el que me acordé que mi hermana existía y era la única persona que de verdad se atrevía a levantarme.
Me levanté de un sobresalto, enfadada.-¿Qué demonios quieres, estúpida?-le pregunté en todo molesto y traté de verme fulminante pero estoy casi segura de que no lo logré con mi cabello despeinado y cara de boba mientras trataba de ajustarme a la luz con mis ojos nublados.
-Hoy iremos a Los Lagos-me contestó Denisse con una sonrisa inocente -. Mi mamá me ha dicho que te apures para alistarte, tienes veinte minutos. Lleva tu traje de baño, que hoy nadaremos.
¿Qué?
-¿Cómo dices?-exclamé con los ojos como platos pero mi querida hermana decidió ignorarme y solo encogió los hombros antes de salir de mi habitación, dando un portazo tan fuerte que me hizo hacer una mueca y encogerme por un segundo.
Los Lagos era un club deportivo al que mi familia frecuentaba, especialmente en los fines de semana. Sólo que por lo general, nunca me llevaban. Y no era porque ellos no quisieran sino porque era yo la que no quería. Yo no disfrutaba mucho ir ahí, al contrario de Denisse, porque casi no me gustaban los deportes. Los únicos que de vez en cuando jugaba eran el futbol y natación.
Futbol lo jugaba solamente cuando alguien de mis amigas se ofrecía a jugar conmigo o de vez en cuando me encontraba en Los Lagos y había mini partidas de futbol. Podría decirse que era algo buena en él pero no excelente.
Nadar, sin embargo, era algo que siempre disfrutaba hacer. El problema era el traje de baño; nunca encontraba uno que me gustara. O eran muy feos, bikinis (jamás en la vida he usado o usaré uno) o simplemente mostraban mucha piel, la cual yo no sentía digna de enseñar. Así que normalmente me ponía unos shorts y una camiseta para nadar pero la alberca de Los Lagos no permitía aquello.Si estuviera en una piscina sola con mis amigas no tuviera casi problema con ponerme un tankini que conservaba al final de mi armario pero mi preocupación era la gente desconocida que me encontraría ahí. En especial a un grupo de chicas de mi escuela, que eran las típicas hipócritas cuando les convenía pero que también cuando les pegaba la gana eran lo más directas posibles, además de creerse superior a los demás. Algo estúpido, si me lo preguntan. No obstante, algo más estúpido era que yo me sentía intimidada por ellas. Aunque ellas no lo sabían, claro.
-¿Ya estás lista?-gritó Denisse y me apresuré a levantarme rápidamente para ir al baño-. ¡Ya nos vamos en unos minutos!
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Life Of The Party
FanfictionInspirada en Shawn Mendes "No los dejes mantenerte abajo, tu sabes que no te puedes rendir porque no tenemos el tiempo de lamentarnos. Así que, bebé, se el alma de la fiesta." Shawn Mendes me ha enseñado muchas cosas desde que llegó a mi vida, entre...