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Su risa fue lo que escuché cuando cerré las ventana por completo. Ignorando la vergüenza que acababa de pasar, pensé que su risa era graciosa y algo boba aunque no dejaba de ser encantadora. Parecía ser de esas risas que son contagiosas que si la escuchabas también dieran ganas de reír. Yo me hubiera reído pero no lo hice porque seguía pensando en la primera impresión que había dado.

De seguro ahora pensaba que yo era una loca, fodonga y rara. Por lo general, yo actuaba como si las opiniones de la gente no me importaran pero en realidad era totalmente lo contrario. No podía evitar sentirme mal o apenada cuando la gente decía cosas malas de mi o cosas parecidas. Yo sé que es normal sentirse así pero también sabía que la cantidad de lo que me afectaba no era normal. Por eso mismo, actuaba como si no me importara, para que de esa forma la gente no se tomaría siquiera la molestia de decirme cosas.

La risa se convirtió en carcajadas, y para mi sorpresa en palabras.

-Lindo baile-dijo sonriéndome mientras yo me sonrojaba, lo cual era muy extraño porque yo casi no me sonrojaba. Bueno, ¿A quién engaño? ¡Yo nunca me sonrojaba!

<<Si te sonrojas,cuando haces deporte.>>

Oh, cállate Pepe.

Pepe era esa voz enfadosa que todos tenemos llamada conciencia. También era muy entrometida y se metía en mis pensamientos cuando no la necesitaba. Sé que es algo ridículo ponerle nombre a tu conciencia pero cuando algo termina estando cada rato en tu vida, tiene que haber una forma de llamarle.

-¿Desde cuando estas ahí?-le pregunté tapándome con la mitad de la cortina. Esto fue una acción que me sorprendió de mi misma. Yo siempre me mostraba desafiante y casi sin pena por fuera aunque por dentro yo era casi totalmente lo contrario. Pero esta vez, con el nuevo vecino no podía.

Suspiré mentalmente. Cada vez mi vida se volvía mas cliché.

-Desde más o menos el segundo verso de la canción. 'That's all I have to say so baby can we dance?'- cantó fácilmente mientras yo parpadeaba embobada.

Vaya. Así que él cantaba. Demasiado bien, para ser sincera. Aún con lo poco que había escuchado me pareció que su voz era angelical.

<<No sólo tiene una buena voz, su trasero también es bueno>>.

Este Pepe tiene su gran lado pervertido.

-¿Quién es Pepe?-me preguntó viéndome extrañado y aunque no estaba sonriendo pude percibir en sus ojos que se estaba divirtiendo.

Abrí los ojos como platos.

-¿Dije eso en voz alta?-dije haciendo una mueca.

-¿Sobre diciendo que un tal Pepe es pervertido?-replicó con una risa.

-¿Qué? Yo nunca dije nada sobre un Pepe...-mentí, tratando de sonar convincente.

-Sí, escuché claramente que dijiste Pepe-insistió y yo negué con la cabeza con una sonrisa que en realidad creo que parecía mueca.

-No dije Pepe- repliqué y me miró con una cara con la que me pude dar cuenta que vio mas allá de mi mentira y yo suspiré- Esta bien, sí, sí dije Pepe.

-Te dije-me guiñó y por primera vez debido a un chico, se me fue la respiración-. Entonces dime, ¿Quién es Pepe?

Pff. No es como que le diré que Pepe es mi conciencia odiosa que siempre anda de metichona por ahí y siempre...

Mis pensamientos se detuvieron cuando escuché que se reía y levanté mi cabeza hacia él para ver cual era la causa de su risa.

-¿En serio, le pusiste Pepe a tu conciencia como Pepe El Grillo?-me preguntó riéndose.

¿Qué? ¿Como supo que le puse así por Pepe El Grillo? ¿Y desde cuándo digo mis pensamientos en voz alta?

<<Desde que viste a este Adonis canadiense>>.

-Eh...pues...-fue lo único que pude decir en ese momento, llena de vergüenza.

-Creo que Roberta o Petro hubiera sido mejor-me dijo poniéndose una mano en la barbilla.

Lo miré en confusión.

-¿Te estás burlando de mí?-le pregunté sin saber como sentirme.

-No, no- dijo riéndose-. Yo,eh,...Mi conciencia también tiene un nombre.

Lo miré extrañada. Creía que nomas yo hacia eso.

-¿Ah, si?- le dije incrédula y sin creerle-. ¿Y cómo se llama?

-Minervo-respondió sonriendo como el gato de Cheshire.

Parpadeé sorprendida. Hubo un momento de silencio, algo incómodo pero entonces el se hecho a reír, y yo sin poder evitarlo me uní a el.

-Esta plática sobre nombres de conciencias es demasiado casual, ya sabes, siempre pasa, ¿eh?-comentó cuando las risas cesaron, en un tono divertido.

Yo asentí sonriendo sin saber exactamente que decir.

Entonces escuché una voz que me llamaba.

-¡Escuincle, escuincle!- decía la voz gritando y me di cuenta que era mi hermana quien me llamaba. Ese era el apodo que Denisse me había puesto.

-¿Qué?-le grité devuelta y me volvió a llamar diciéndome que fuera con ella.

Puse los ojos en blanco y miré al vecino.

-Supongo que ya me voy-le dije encogiéndome de hombros y comencé a cerrar la ventana, un poco desilusionada, ya que había sido muy poco el tiempo que hablé con él.

-Espera-dijo él y dejé de cerrarla, atenta a lo que me diría- ¿Cómo te llamas?

-Carolina, ¿y tú?- le contesté, tratando de esconder la emoción que tenía porque al fin sabría de aquel chico.

-Shawn. Buenas noches, Carolina- guiñó, cerró su ventana y por segunda vez en esta noche, se me fue la respiración.

Holoooo, y pueees aquí esta el segundo capitulo :)) espero que haya sido de su agradoo. Si hay algún error o algo que les parezca que deba de cambiar, por favoor díganme significaría mucho para mi. Comenten que les pareció y unos votos no le hace daño a nadiee :)) adieeeuu

P.d. Amo a Shawn Mendes❤️

Life Of The PartyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora