Capítulo único

2.1K 225 96
                                    


Las cosas no podían ponerse peor, mi asma regresó después de varios años sin tenerla, pero lo que más me enojó fue la razón: todo fue culpa de pecas al haberme mojado con esa agua fría, ahora nuestra misión se ha visto interrumpido por mi recuperación, ¡Maldición! Ahora que lo pienso, ya ha pasado un rato que mandé a Sebastian a investigar, no mentiré, quiero ya regresar a la mansión para desquitar todo este tiempo perdido como hasta ahora lo hemos hecho... ¿en qué estoy pensando? Ni encontrándome en estas condiciones puedo dejar de pensar y de querer hacer... eso... ¡Ag! Todo es su culpa. Ya, debo calmarme o mi fiebre no cederá.

¡Oh! Ahora que me doy cuenta, Sebastian no cambió mi parche, ya está muy sucio, rayos, tendré que ir a la tienda que comparto con esa niña, me sentiré muy mal pero es incómodo estar con esto en el ojo.

Tomo la sábana de la cama y me la rodeo en todo el cuerpo, debo pasar desapercibido si no me regañarán por andar fuera en estas condiciones, ¡Ag, que fastidio!

Caminando hacia la carpa algo llama mi atención, a lo lejos visualizo a la domadora parada viendo a la nada, tiene cara de que algo le sucedió, pero poco me importa, mejor continuo... ¡Esperen! ¿Qué hace Sebastian ahí? ¡Se supone que debería estar investigando!

Rápidamente me oculto tras unos barriles cerca de los arbustos para poder observar, aunque no pueda escuchar me basta con leer sus labios para determinar el camino que va girando la plática o más bien la situación ¡Maldito demonio! Eso es lo que está siendo ahora, un demonio... no debería de sorprenderme, sin embargo... no sé porque, en mi pecho duele, y de manera instintiva poso mis manos en donde debería estar mi corazón, como si eso fuera amortiguar aquel...¿qué es?¿cómo llamarlo?.. Es acaso un... ¿sentimiento? y si es así ¿cuál? ¿Cómo saber algo que nunca has sentido? Y lo peor del caso es que no es ni un poco agradable.

Saliendo de mi trance veo como ese maligno ser sedujo con tal facilidad a esa mujer, le bastó con pocas palabras vagas y vacías para caer en las redes de un profesional de la mentira... o qué tal si no son mentiras... si realmente desea a la domadora ¡Rayos! ¡Basta! Este... dolor... no... cesa... solo se intensifica en solo pensar que ellos podrían... ¡Dios! ya no sé que es peor, el ataque de asma o... esto... duele.

Observo como ellos se mueven, se dirigen hacia los dormitorios de los actores principales, para ser exactos, a el de ella. Los pierdo de vista hasta que acceden a dicho lugar cerrando la entrada. No puedo quedarme aquí. Sin saber cómo, estoy corriendo de regreso, justo de donde nunca debí salir.

Una vez estando en la cama, de manera inconsciente, mis ojos inician unas cascadas de agua salada, no puedo detenerlas por más que frote mis brazos en ellos, esto es humillante, yo, un conde, rebajándome a las emociones del llanto para sacar mi frustración de la escena hace poco reciente.

En mi cabeza se formulan muchas preguntas, y todas sin una respuesta. No comprendo esto y no quisiera comprenderlo, siento que podría ser algo que no acabará bien, y el hecho de volver a revivir todo esto, no lo quiero, pero ¿qué hago? ¿Qué debo hacer? Como si hubiera gritado mis pensamientos, pasa en mi mente un recuerdo con mi tía, Madam Red, cuando era más pequeño, en una amena plática con ella sobre las cosas de la vida, me murmura: "Ciel, el amor es hermoso, pero también puede llegar a doler, en nuestro pecho, donde pareciera que nuestro corazón quisiera salir huyendo de ahí, pero sólo así sabrás que te has enamorado; sentirás algo llamado "celos", es normal, no querrás compartir a esa persona que quieres, que solo te mire a ti, que solo te adore a ti, pero sólo así sabrás cuanto amas profundamente; el humano es codicioso, ¿no lo crees así, Ciel?"

Mis ojos se abren de golpe al terminar aquella ilusión pasada, no lo podía creer, ¿yo, enamorado? ¿Yo, un ser humano lleno de pecados y sin emociones que sólo conoce el sentimiento de la sed de venganza? ¿Puedo amar? Estaba en shock, y lo único que me sacó de mi trance fue el escuchar unos pasos que se aproximaban a la tienda. Como acto de magia, me acomodé simulando dormir. Grande fue mi sorpresa al sentir una mano fría en mi frente, mano que conocía perfectamente, moviéndose alrededor de mi cara hasta que desaparece.

Pasaron unos segundos cuando percibí en mis labios otros iguales, ajenos a los míos, presionando con suavidad, como si fuera a lastimarme. En ese momento sentí un gran palpitar en mi pecho, pero este no dolía como hace unos minutos, lo contrarío, sentía ¿calidez? Era agradable. Entonces, tenía que dar la razón a las palabras de la tía Ann, yo, Ciel Phantomhive, estaba enamorado, sin embargo, el detalle es de quién, si, de un demonio, un ser que ni es humano; y lo peor, que ni sentimientos debe tener.

Siento mi cuerpo elevarse, y lo único que puedo percibir es el calor y el aroma de Sebastian, oh, su aroma, ese que hace que me pierda; podría olerlo todo el tiempo. Es una esencia intensa pero a la vez delicada, sofisticada; una mezcla de madera con un toque de frutilla, que lo hace exquisito a mi sentido del olfato. Mientras me encontraba perdido en mi mar de emociones, no me percaté cuando llegamos a la residencia.

Depositándome en mi cama, siento como mi mayordomo se dispone alejarse, no sé de donde saque fuerzas, pero me levanté y tomé su mano estrechándola con las mía, seguía sin sus guantes por lo cual sentía su piel. Él me pregunta si me encuentro bien y como respuesta niego con la cabeza, sin poder verle la cara, ya que tengo la mente en blanco; fue instintivo el agarrarlo.

Siento como toma mi mentón para poder verle, aun no estaba preparado, y sin quererlo mis ojos, de nuevas cuentas traicionándome, dejan caer lágrimas. Solo puedo visualizar la cara de asombro de Sebastian, y como no, hasta yo estaría así, y como si de una fuerza sobrenatural se tratase, me levanto y lo tomo de su camiseta, apretándola mientras que de mi boca descontrolada pronunciaban: "Hagamos el amor de una manera distinta, tócame el corazón y acuéstame en tu vida. Bésame el alma y di mil veces en un susurro mi nombre con un ¡Te amo!".

Estaba incrédulo de lo que acaba de decir, estaba... ¿acaso esto cuenta como una confesión?, ¿acabo de delatarme? Oh por Dios, con más razón no podía verle a la cara, debería de estarse burlando de mí, de lo bajo que he caído en tener estos sentimientos tan humanos, pero ya era tarde, tendría que vivir con este bochornoso momento, y él, seguramente, recordándomelo cuando pudiese; es mi fin en vida.

Pasaron los segundos más largos que he podido vivir, cuando percibí sus brazos rodearme, no comprendía su reacción, estaba esperando de todo menos esto, y para terminar de ser aún más increíble, las siguientes palabras que pronunciaban sus labios me dejó estático: Amo, desde nuestra primera vez juntos, han sido distintas a cualquier otro, sin embargo, de ahora en adelante, si usted lo permite, fusionemos el alma y el corazón, y no sólo en los actos físicos, sino en todo momento el resto de nuestras vidas, porque yo... yo lo amo, no, yo te amo... Ciel.

No puede ser, Sebastian correspondía mis sentimientos, pero ¿y si todo esto es mentira?, ¿y una muy cruel? No, él no puede mentirme, todos menos él. Mi corazón, sentía como volvía a latir con más fuerza y como reflejo de ello, los ojos traicioneros delatadores, se humedecían sin poder controlarlo y en mí se dibujó una sonrisa, si, estaba feliz, demasiado para ser real, pero era inevitable, él me amaba y como muestra de ello, nuestros labios buscaron su par sellando el inicio de algo extraordinario, algo fuera de lo normal, un amor sincero y eterno en la unión de un humano y un demonio, creyéndose incapaces de sentir.

________________________________________________________________________________

Iniciando como escritora de historias de nuestros bellos personajes, impulsada gracias a mi madrina de debut, a la "abuelita"del grupo en el Face, personita que le doy créditos a la frase: "Hagamos el amor de una manera distinta, tócame el corazón y acuéstame en tu vida. Bésame el alma y di mil veces en un susurro mi nombre con un ¡Te amo!", ya que fue la que dio la pauta de crear la historia. Pueden encontrarnos en: La mansión de la dulce abuelita, son bienvenidas :)

Esta historia tiene otra parte, la versión de Sebastian, que será oficialmente publicada en el grupo por su gran aniversario y después será publicada por aquí.

Gracias por leer y me encantaría conocer sus comentarios.

Human FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora