Soy Cristopher, hijo de un "ladrón" y de una pobre mujer. Mi familia es un desprecio para la sociedad ya que, para vivir robamos, según estas personas. Mi familia es de bajos recursos pero, somos honrados, o hasta que... pasó una calamidad. Un día padre fue acusado de robo y como su palabra era más infravalorada que la paz actual, lo mataron a sangre fría al frente de hombres, mujeres, niños y de mis familiares.
Recuerdo muy bien que en ese día madre estaba angustida por alguna razón, a pesar de su hermosa cara no podía disimular su indignación. Y yo, como un niño era, sólo pensaba en mi amada casa de juguetes que hice el día anterior. La casa la construí con barro y hojas teniendo como referencia la casa de mis sueños. Un día llegó un cliente de mi papá, ya que él era el mejor carpintero y un buen amigo de Don Luis, el hombre más rico del pueblo. Vino con su hijo, él sin semblante y con una cara triste estaba sentado en el comedor tratando de comer el pedazo de pan con agua y yo como era muy feliz con esa vida porque poco sabía de sufrimientos, lo invité a jugar y le pregunté que pasaba con esa cara y me dijo que era cosa entre adultos haciendo que su dedo pasara por su cuello y señalando a una casa. Ahí noté que Don Luis no era tan bueno cómo pensaba. Don Luis se fue de la casa gritando con padre, la casa estaba patas arriba y padre estaba llorando de angustia, en ese día no supe el porqué.
Madre me arregló para llevarme a donde mis abuelos. Estaba bien vestido con un pantalon que me regaló Don Luis cuando tenía 6 años, por eso, está un poco ajustado. Y con una camisa de mi padre cuando era pequeño.
Me llevó a la casa de mi abuelo Julio, abuelo y abuela me recibieron con los brazos abiertos, después del saludo me llevaron al cuarto. Ahí escuché llantos de mis abuelos y de madre. Madre se va. Abuela llega y me tranquiliza con una nana que ella compuso, ella es muy hábil con el tema de la música. Abuelo Julio nos mira y me coge del brazo y me dijo:
- Mijo tienes que vengarte, perdoname por lo que voy a hacer.
-¿De qué hablas abuelo?
Me cogió del brazo y me llevó a la plazoleta principal. Allá veo a mucha gente reunida en total silencio. Veo a madre llorando y quiero saber el porqué. Miré a la tarima y veo a padre arrodillado con cadenas gritando de dolor, observo bien y él tiene mucha sangre en su barba y cuello, como si lo hubieran estrangulado con una soga fuertemente y sus piernas están esparcidas en ese lugar. Padre me mira y grita.
-¡Son unos hijos de puta!
El capataz al escuchar eso, le pegó con el mango de la espada en la cabeza para que esté agachada, después cogió un hacha y le dan con el metal de éste en el cuello. Pero, no tenía filo y por eso quedó cortado mal, padre se quejaba del dolor, y para empeorarlo más el capataz coge la cabeza y lo estira con todas sus fuerzas de su cuerpo. Yo, por mi curiosidad veo esta escena, creó en mí una perturbación, por eso le tengo miedo a toda cosa que tenga filo. Pero, eso no descarta que en ese momento juré venganza y los mataré con mis propias manos. Esa mirada inocente y el niño bueno se fue para siempre. Adios querido Cris.
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Un desafortunado
AdventureTe has preguntado, ¿cómo es la vida de una familia en el que uno de sus miembros es acusado de cometer un acto delincuencial? Por suerte ésta historia cuenta con exactitud la vida de un niño donde su padre es acusado de hurtar y dan como veredict...