1990.
Park Jimin, un espectacular y hermoso chico de facciones finas amado por los vecinos. Se mostraba tan callado y tímido, pero era un hombre joven realmente educado y carismático. Su gran atractivo físico es innegable, cabello negro suave y brillante, altura promedio, preciosos ojos marrones que te podían hipnotizar y transportar al mismo cielo e infierno.
Damas que se ofrecían sexualmente o en matrimonio nunca faltaron para él a pesar de que sabían que era homosexual, tenía una imagen tan atractiva y angelical que seguramente si les dieran a conocer a esas ingenuas mujeres el alma tan oscura y podrida que llevaba consigo mismo seguirían arrastrándose cual asqueroso gusano.
Su infancia no fue ninguna clase de tragedia griega que justificara sus presentes acciones.
Estoy de camino a una cafetería en el centro de la ciudad un domingo a las nueve de la mañana, el clima es realmente relajante, un poco de viento y el sol oculto por las grisáceas nubes. Recién en la madrugada hubo algo de lluvia. En este tipo de clima me gusta llevar botas y saltar sobre algunos charcos, tal como un niño pequeño.
Pero la razón por la que hoy no he decidido hacer eso es simplemente que no tengo un buen humor y mi cabeza duele, ayer estuve solo en mi departamento viendo alguna película en vhs mientras bebía hasta las 2:00 am.
También me gusta caminar por las calles durante las mañanas, no soy un aficionado a conducir un auto desde temprano.
Así que he llegado a la cafetería después de treinta minutos, la caminata también me ayuda a despejar mi mente y a estar relajado durante el resto del día.
Entro al sencillo lugar y veo que hay una cantidad considerable de personas, aunque esa cantidad tampoco es exagerada. Se notaba que era fin de semana.
A lo lejos hay algo que inmediatamente capta toda mi atención y sin pensarlo me dirijo hacia la mesa de dicho interés.
Entre más pasos dados distingo mejor a un precioso chico de cabello negro y atractivos labios que tocaban sutilmente una taza con al parecer, latte en su interior.
Tomo asiento frente a él sin ningún tipo de aviso y él levanta la vista de su latte para mirarme fijamente con los ojos no exageradamente abiertos.
Se repone rápidamente de la sorpresiva interrupción y curveó sus labios hacia la derecha en una pequeña sonrisa con su taza en mano.
— Excelente día. – Me dice mientras aún sostenemos miradas, da un sorbo de su latte y se relame los labios. — ¿Se le ofrece algo?
— En realidad, nada en particular. Solamente me interesé en usted con sólo verlo.
— Usted es directo, ¿o un atrevido?
— Hablo con la verdad, los rodeos innecesarios no son de mi gusto.
— Me agrada.
— ¿De verdad? Mucha gente odia las verdades que son directas.
— Son personas que si odian eso, odian cualquier tontería que se les ocurra. Muchas de ellas después odian que no les hablen claro desde el primer momento. Qué contradictorio.
— Usted en verdad también me agrada.
— No quiero iniciar las típicas conversaciones superficiales. Sólo me da curiosidad saber su nombre.
— ¿Ya he dicho que usted también es directo o un atrevido? – Risas –.
— Pues, ambos ya lo somos. Querido. – Risas nuevamente –.
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Dahmer ✞ ✡ O.S JiKook KookMin ✡ ✞
Horreur✡ Park Jimin es un precioso chico que cualquiera desearía tener en su cama y llegar con él a su máximo punto de lujuria. ✡ ✡ Inocentes conejillos de indias, a la hora de llegar a la habitación de ese hermoso muñeco de porcelana, desearían nunca habe...