I

24 2 1
                                    

Mi conciencia es la única testigo de la vida que lleva mi corazón, & de cómo inició una llamarada que casi calcina al alma, amando desenfrenadamente sin importarle nada.
& sin poder negarse, mi memoria cómo un fiscal, estudió las evidencias. Estuvo al tanto de los detalles, de lo que pasó & cómo sucedió & al final declaró culpable a aquel corazón enardecido por su pecado, que apesar de todo, aún latía velozmente & sin preocupación, cada vez con más intensidad, sin importar su sentencia, & asimilando su final.

Sólo frasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora