10. El secuestro del Kazekage

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Me habían dado el alta esa mañana, y me dirigía a casa de los Nara. Por el camino me encontré con un grupo de chicas, y entre ellas, Tenten.

—¡_____, ven un momento! —me pidió la de moños.

Me acerqué a ellas, y de imprevisto, Tenten me agarró de los hombros y me arrastró al centro del grupo.

—Ella es _____, nuevo miembro del equipo once —dijo sonriente.

—Recuerda Tenten, que solo soy temporal —no quería quitarle la emoción a la muchacha, pero lo cierto era que no tenía pensado quedarme mucho tiempo allí. No me gustaba quedarme en un mismo sitio mucho tiempo. Podía ser peligroso.

—Joe, no seas aguafiestas —me replicó—. Mira, ellas son Hinata —señaló a la Hyuga. Era muy guapa, a decir verdad—, Ino —ella era rubia, con un gran cuerpo, al igual que Hinata—, Sakura —señaló a una de cabellos rosas, sus ojos eran muy bonitos—, y ella Temari.

—Tiempo sin vernos enana —me saludó la chica de la arena.

—¿Cuándo dejarás de llamarme enana? —le pregunté entre divertida y algo avergonzada.

—Cuando crezcas diez centímetros más y me sobrepases.

—Vale, entonces nunca —las cinco echaron a reír, mientras que yo esbozaba una pequeña sonrisa.

—¿Os conocéis? —preguntó Sakura.

—Antes de venir a Konoha, estuve un tiempo de visita en Suna —expliqué—. Conocí al Kazekage después de caerme de un tejado —sonreí, para quitarle importancia, para que no me diera vergüenza. Temari reprimía una carcajada—. Ale, ríete si quieres Temarita —le saqué la lengua.

—No me llames Temarita —frunció el ceño.

—Te ma ri ta.

Temari y yo discutimos un ratito, entre carcajadas e insultos.

—Que bien que te hayan dado el alta —comentó Tenten—. Ya no tendré que aguantar a esos dos yo sola, nunca me había parado a pensar lo curioso que podía ser estar en un grupo solo de chicos.

Las seis nos fuimos a un puesto de dangos, y nos quedamos allí hablando un buen rato. Mientras, me iban contando anécdotas de los chicos. Estábamos yéndonos cuando se nos cruzaron.

—Supongo que ya los conocerás a la mayoría, pero bueno, te los presentamos igualmente —me dijo Ino—. Shikamaru, ven, trae a los demás.

El nombrado y su grupo se acercaron a nosotras.

—Ella es _____... —esperaba que le dijeron mi apellido.

—Iwasaki —contesté.

—_____ Iwasaki. Ellos son...

—Kiba, Naruto, Shikamaru, Neji... —dije todos los que conocía.

—Shino Aburame y Choji Akimichi —acabó Ino.

—Encantada —les dije—. Por cierto..., tengo que ir con Lady Tsunade, se alegrará de saber que he despertado.

Dejé a las chicas atrás, y me encaminé hacia la oficina. En el camino, me crucé con Shizune, que me dijo que se alegraba de que estuviera bien. Me subí a la ventana de atrás de su silla, y sin previo aviso, entré gritando:

—¡Mi llama de la juventud nunca se apagará! —grité, copiando a mi sensei. Una pequeña venganza por no asignarme con Kakashi.

Tsunade dio un brinco en su silla, para luego darme una mala mirada. Si me pagaran por cada mala mirada que me llevé a lo largo de mis dieciséis años, tendría una fortuna.

¿Nara o Hyuga? »Neji y tú EN CORRECCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora