I Don't Wanna Go... Please

¿Por siempre? Es mejor decir mientras dure.

"-Y todo fue luz por un instante-"

La emoción era lo unico que describía al castaño, con pequeñas lagrimas en sus ojos color miel.

- Si - respondió en un tono suave - ¡Claro que si! - y de pronto lo grito, sacando risas de sus compañeros al ver como el castaño se abalanzaba sobre un rubio arrodillado.

Steve logro sostener a su; ahora; prometido mientras sus labios se unían en un suave y lento beso, sellando así la promesa de amarse siempre.

Anthony Edward Stark, mejor conocido como Tony Stark tenia una sonrisa adornando su rostro mientras caminaba por la Torre.

- Buenos dias cariño- Steve Grant Roger alias Capitán America, saludo a su amado castaño mientras le abrazaba por su cintura para depositar un dulce beso en sus labios.

El castaño sonrió con amor antes de corresponder el beso con amor.

Después del estrepitoso ataque a New York, y ver como la vida se le iba al hombre de Hierro eso hizo reaccionar al gran Ídolo de América. Cuando los orbes castaños chocaron contra los orbes Azules nunca espero encontrar en ellos amor y cariño y sobretodo Alivio al verlo vivo.

Antes de Pronunciar palabra alguna sus labios fueron tomados con amor y algo de desesperación. Y fue en ese entonces que los miedos y las dudas se disolvieron. Formaron una hermosa relación y, Finalmente llegaron a donde están. Felizmente comprometidos.

- ¿Como amaneciste amor?- pregunto Steve con una sonrisa después de besarle.

- Bien, Pero ahora mucho mejor - menciono Tony con una sonrisa de autentica felicidad.

- Me alegro- río levemente el rubio - Te prepare el desayuno - anuncio.

- Seras una gran esposa cariño- bromeó Tony al ver la leve sonrisa de su prometido.

- Lo siento pero ese es tu lugar amor- respondió Steve mientras le daba un leve azote al trasero del castaño provocando que este jadeara por la sorpresa mientras un ligero rubor cubría su rostro.

Las risas no tardaron en sonar por el cuarto llamando la atención de la pareja para encontrarse a los demás miembros del equipo divertidos por la escena.

- Opino lo mismo que el Capitan amigo Tony tú seras la madre- hablo con diversión el dios del trueno mientras terminaba su gran torre de waffles.

- Es lo más cierto que has dicho Thor- hablo Clint mientras bromeaba.

- Guarden silencio. Que mi amada prometida me preparo el desayuno- intento bromear el castaño aunque no podía por su enorme vergüenza.

Solo esperaba que nadie sacara a relucir su condición de Doncel. Porque ahí no sabría que decir.

- Oh vamos Stark, seras una linda madre. Siempre has tenido esa aura maternal.- hablo la espía Rusa con gracia en su voz- Ademas de que eres el único Doncel en su relación- finalizo divertida  la mujer.

- Ahh Uno no puede estar feliz porque rápido vuelven a atacarlo - hablo el castaño en un tono de reproche pero nadie pudo tomarlo enserio por su adorable puchero.

- Por favor dejen a mi Tony en paz - intervino Steve con una sonrisa mientras le abrazaba por detras recargando su mentón en su hombro derecho.

- Es bueno ver que ambos estén felices- hablo Banner algo nervioso mientras era observado por Natasha.

- Y es bueno al fin estar en casa - hablo en un murmuro el rubio icono de América besando la mejilla del castaño.

Aún no comprendía muy bien esta nueva etapa, este siglo, Este mundo. Pero sin duda alguna no se arrepentía.

No solo porque salvo vidas inocentes, si no también porque la vida le permitió sobrevivir al crudo frío, para que así tuviera la oportunidad de tenerlo ahí a su lado. Junto a el, podría decirse que la vida le dio una gran recompensa, una nueva oportunidad al lado de la persona que amaba.

- Siempre estarás en casa Steve - respondió Tony entre sus brazos, su sonrisa era sincera y sus ojos mostraban amor.

- Entonces... ¿Que hay para desayunar papás?- bromeo el arquero para introducir a los demás a su pequeña burbuja de amor.

Las risas no tardaron en hacer eco, ni las palabras de afecto entre la pareja.

Una mañana tan cálida y hogareña. A su manera.

- Siempre estaremos Juntos - prometió Steve al castaño.

Quien ilusamente creyó en sus palabras, creyó fielmente que al fin podría ser feliz.
Ser amado y protegido en esa pequeña familia.

Pero todos saben que el siempre no existe, No perdura, no mantiene ni perdona.

Lo correcto debio ser Mientras dure, y quizas así el golpe no habría dolido tanto.