Parte 2

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••"Dominación"••
    

Pasaron meses y el señor Brent nunca me habló, nunca me buscó y yo tampoco lo hice por orgullo. Tenía claro que había sido una aventura bastante excitante la que había tenido con él en Londres, y me quedó la espinita de porqué decidió hacerme volver antes de tiempo de aquel viaje, pensaba en el hecho de que me hubiese gustado vivir muchas otras cosas con él y además existía una intriga que me provocaba su forma de ser. Pero mi orgullo y es probable que también el de él, evitaron que volviéramos a vernos.

Amo lo que hago, pero en ese momento la rutina me había sobrepasado demasiado, me sentía frustrada, con ganas de viajar otra vez y quizá quedarme a radicar en otro país, y así decidí hacerlo. Vendí mi auto, puse fotografías de mi departamento en línea para venderlo también, comencé a buscar trabajo y casas en España principalmente y no descansaría hasta encontrarlo. No pasaron más de dos días desde que envíe mi currículum a algunos bancos internacionales, que recibí una llamada para una entrevista, entonces necesitaría permiso por uno o dos días, ya que me entrevistarían en la oficina que tenían en la capital.

***Buen día.

El presente es para solicitar su autorización para no asistir los días 1 y 2 de Agosto, ya que viajaré a la capital para una entrevista de trabajo. Mando adjunto el formato de ausentismo y justificación de inasistencia con mis datos en el.

Quedo en espera de sus comentarios.

Saludos.

Lic. Sofía Montenegro.
Gerente de ventas.***

Envié el correo con algunos días de anticipación a mi jefe con copia a algunos de los directivos de ventas esperando me brindaran el permiso para acudir a esa entrevista, no recibí respuesta ese día.
Al día siguiente llegué a la oficina esperando encontrar respuesta en mi correo sobre la autorización, pero en cambio alguien más me esperaba en la oficina.

-¿Tan mal le trató el señor Callum en su viaje a Londres que meses después decide renunciar, señorita Montenegro?

Era el señor Powell, quien me dejó sin palabras al verlo sentado en mi silla con los brazos cruzados, mirándome fijamente y con un rostro que demostraba cierta molestia.

-No, nada de eso, señor. Es solo que siempre he tenido la idea de vivir en otro país, y para que fuera un cambio completo, pensé en buscar una nueva oportunidad de trabajo -Respondí.
-Hubiera bastado con que me solicitara a mí un cambio para allá, señorita Montenegro. Su trabajo le precede y no la quiero fuera de esta empresa -Comentó.
-No me hubiera sentido cómoda pidiendo eso, señor. Y menos a usted.

Me puse colorada en ese instante no por que fuera él quién hubiese llegado a cuestionarme sobre mis decisiones, sino que de inmediato recordé el momento en que las luces se encendieron en aquel lugar y él estaba entre la gente que había observado a detalle todo lo que el señor Callum había hecho conmigo.

-Le voy a dar el permiso para que no venga los dos días que solicitó, también viajará a la Ciudad de México, pero no será para su entrevista -Indicó con voz de mando. -En el aeropuerto la esperará un chofer que la llevará al hotel en donde se hospedará y la seguirá esperando para llevarla después a una entrevista en el corporativo de allá. Únicamente dirá su nombre y que va a una entrevista. La recepcionista ya tendrá indicación de con quién dirigirla. ¿Ok?
-Sí, está bien -Respondí sorprendida por sus indicaciones.

Pensaba que Brent era el único capaz de hacerme obedecer sus indicaciones que, aunque fueran laborales, fueron muy directas y firmes. Me alegró el hecho de que se tomara el tiempo para ser el mismo señor Eldrich quien me buscara y decidiera ofrecerme algo que yo no podría negarme a aceptar.
Recibí en mi correo el itinerario de vuelo y los boletos para imprimirlos, cortesía del señor Powell. Seguí sus indicaciones al pie de la letra hasta el momento de llegar a corporativo.

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